La imágenes han sido obtenidas del blog de Sergey Larenkov y corresponden a partes de Berlín, Praga y Viena.
sábado, julio 31, 2010
Gracias a un tuit de Jorge Gobbi me enteré de estas fotos de Sergey Larenkov en la tendencia de la refotografía, que junta fotografías antiguas y actuales de una misma vista, uniendo pasado y presente con un resultado que podrá no ser técnicamente perfecto pero que da una visión diferente, hasta histórica podría decirse, de calles y edificios que vemos todos los días. Sergey ha usado fotos actuales y de la Segunda Guerra Mundial de diversas ciudades europeas. A mi me parece espectral ver esos soldados rusos apareciendo en calles del Berlín contemporáneo, por ejemplo.
La idea original de la Refotografía era poner fotos antiguas junto a nuevas del mismo lugar desde la misma perspectiva, para lograr el efecto deseado y poder comparar la evolución de ese lugar en el tiempo transcurrido. Pero las técnicas van evolucionando y ahora se pueden combinar. Se dice que pronto se podrá ingresar la fotografía antigua en la cámara para poder tomar la nueva con un 100% de precisión en la perspectiva.
Newscientist: Camera app puts you in the footsteps of history
ACM Portal: Computational rephotography
Blog de Pedro Arroyo: Nueva topografía y refotografía, dos formas de captar la alteración del entorno y el paso del tiempo.
Antropograf: Refotografía y EGA (I) De lo obsoleto de la cámara fotográfica y de la distancia sideral entre lo lineal y lo yuxtapuesto.
La imágenes han sido obtenidas del blog de Sergey Larenkov y corresponden a partes de Berlín, Praga y Viena.
La imágenes han sido obtenidas del blog de Sergey Larenkov y corresponden a partes de Berlín, Praga y Viena.
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viernes, julio 30, 2010
A raíz del post anterior algunos amigos, por diversos medios, me hicieron saber que "Cholo Soy" en ninguna de sus versiones les parecía la mejor canción como para representar al Perú. Y en verdad es difícil poder representar a un país tan multicultural como el nuestro con una sola pieza musical. Así que decidí poner las otras que tenía en mente al hacer mi elección.
La Sarita - Danza la raza
Jean Pierre Magnet y Serranía - Carnaval Cajamarquino
Chacalón y la Nueva Crema - Soy Provinciano
Etiquetas: Música, Perú 8 comentarios
jueves, julio 29, 2010
Hace unos meses me pidieron escojer una canción peruana para una compilación de música latinoamericana. No había ningún condicionamiento de estilo ni de otro tipo para la canción escogida. Yo elegí "Cholo Soy" de Luis Abanto Morales, en la versión de Jaime Cuadra. (Pueden ver el post hecho para la ocasión acá) Me pareció una interpretación interesante de un clásico de la música peruana. Ahí les va el video:
En esa ocasión escribí que la canción fue escrita en los cincuentas, no encuentro ahora el artículo que decía eso, pero sí he encontrado otro que declara que fue hecha en los setentas. Yo la recuerdo de toda la vida, pero habría que investigar más en todo caso, lo que sí queda casi claro es que Luis Abanto Morales no es el autor de la letra si no que pertenece a un poeta argentino llamado Boris Elkin. Lean el artículo con la controversia acá. (También en Facebook). Y vean el video con la interpretación de Luis Abanto Morales:
La versión de Jaime Cuadra tampoco ha estado extenta de controversia, pues por ahí se dice que no le pertenece a él sino a Giancarlo Morrocco, un productor inglés. La letra también ha sido criticada, según algunos por ser racista, por desconocer el aporte español a la peruanidad (ver algunos comentarios en este post) o por ser aculturada (o transculturada). En todo caso juzguen ustedes y ya me cuentan, ahí les dejo la letra, y luego, para terminar, un video realizado por César Galindo sobre la canción.
Cholo soy y no me compadezcas
esas son monedas que no valen nada
y que dan los blancos como quien da plata
nosotros los cholos no pedimos nada
pues faltando todo todo nos alcanza
déjame en la puna vivir a mis anchas
trepar por cerros detrás de mis cabras
arando la tierra tejiendo unos ponchos
pastando mis llamas
y echar a los vientos la voz de mi quena
dices que soy triste que quieres que haga
no dicen ustedes que el cholo es sin alma
y que es como piedra sin voz sin palabras
y llora por dentro sin mostrar las lagrimas
acaso no fueron los blancos venidos de España
que nos dieron muerte por oro y por plata
no hubo un tal Pizarro que mato a Atahualpa
tras muchas promesas bonitas y falsas
entonces que quieres que quieres que haga
que me ponga alegre como día de fiesta
mientras mis hermanos doblan las espaldas
por cuatro centavos que el patrón les paga
quieres que me ría mientras mis hermanos
son bestias de carga llevando riquezas
que otros se guardan quieres que la risa
me ensanche la cara mientras mis hermanos
viven en las montañas como topos
escarba y escarba mientras se enriquecen
los que no trabajan
quieres que me alegre mientras mis hermanas
van a casas de ricos lo mismo que esclavas
cholo soy y no me compadezcas
déjame en la puna vivir a mis anchas
trepar por cerros detrás de mis cabras
arando la tierra tejiendo unos ponchos
pastando mis llamas y echar a los vientos
la voz de mi quena
déjame tranquilo que aquí la montaña
me ofrece sus piedras acaso mas blandas
que esas condolencias que tu me regalas
cholo soy y no me compadezcas
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miércoles, julio 28, 2010
Uno de los humildes geranios de las macetas de mi pasadizo no tuvo mejor idea que florecer para estas fechas, y el color de sus flores me anima a dedicárselo al Perú este día.
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domingo, julio 25, 2010
Lo que sigue es la tercera y última parte de un relato del viaje que hice en la ruta Iquitos - Yurimaguas por río. Lo escribí en la misma embarcación, cada noche de las que pasé en ella. Me embarqué un lunes por la tarde y llegué un jueves por la mañana. En total son tres partes, la primera la encuentran acá, la segunda acá. Para no hacer el texto más aburrido de lo que ya es, lo acompaño de algunas de las fotos que fui tomando en el trayecto. El texto ha sido copiado tal cual figura en mi cuaderno. Esto sucedió entre el 4 y el 7 de enero de este año.
En los primeros viajes que hice me preocupaba mi destino y las personas que conocería o volvería a ver. Luego me preocupaba si el recorrido sería bueno y quienes serían mis compañeros de viaje. Ahora me intereso por saber si la ruta será segura y por comunicarme con quienes dejo atrás.
Todo viaje se vuelve un microcosmos en sí, pero los viajes en lancha por río, me parecen que son un ejemplo aún mayor de un universo cerrado que los viajes por tierra. Claro que las percepciones de los distintos viajeros varían, pero por lo que he visto algunos ni se dan cuenta de estar inmersos en eso. O lo aceptan y ya. Enantes, mientras hacía la cola del almuerzo, que se demoró espantosamente, un individuo se quejó de que no tenía todo el tiempo del mundo para estar esperando. Me reí por dentro, por que pensé que precisamente tiempo era lo que le sobraba, nos sobraba, a bordo.
La rutina de las comidas es lo que manda en la vida en la lancha. La gente empieza a hacer cola desde una hora antes de la programada, y todo el proceso de entrega de cada comida dura como dos horas. A veces pareciera que la gente sólo vive para comer, y en realidad, junto con dormir y charlar, son las principales actividades a las que la gente que viaja se dedica. Son pocos los que están por ahí, observando el paisaje o tomando fotos, o las dos cosas a la vez, como es mi caso, o leyendo, o alguna otra cosa.
La cola del desayuno de ayer, que fue tan auspiciosa, no constituyó más que una ilusión destinada a embaucarme. La del almuerzo y la cena de ese mismo día, y las tres de hoy, fueron largas, tediosas, llenas de olores no recomendables y llantos y gritos de críos insoportables y de sus madres en ocasiones histéricas y las más de las veces demasiado permisivas. Ok, no me simpatizan mucho los niños en general, así que mi opinión es parcializada. Pero tengo derecho a decirla.
Lo único que aparte de las comidas altera la calma chicha del viaje son las paradas para recojer / dejar pasajeros / carga. Si el pueblo en el que nos detenemos es más o menos grande, sube una nube de vendedores a ofrecer una gran variedad de productos alimenticios. Haciendo un ejercicio de la memoria, puedo decir que he visto ofrecer juanes, pescado frito, pescado asado, zapote, pifayo, taperiba, limón dulce, aguaje, masato, carne de monte, pescado pango, maíz, etc. Si el pueblo no es grande, piña pues, por que los viajeros no podrán adquirir algo con que aprovisionarse para paliar la rala y algo desabrida ración de la lancha.
Conversando con uno de los pasajeros, un inglés llamado Oliver, me decía que no sólo estaba de hambre, el inglés tenía como metro noventa de estatura, así que podía entenderlo, si no que tenía la sensación de que todo pasaba muy lento, y encima no tenía nada que hacer. En cambio Alex, un francés, parecía tomarse las cosas con más calma, claro que el viajaba acompañado, así que cierta diferencia había, pero creo que la actitud también importa.
Anoche dormí mejor que la noche anterior, y el día de hoy ya no fue nublado si no bien soleado. En cuanto a las comidas, nada digno de mencionar, salvo que el almuerzo me cayó un poco pesado hoy. Creí que se solucionaría con un sueñito, pero no. La solución más al alcance de mi mano en este caso era tomar una Coca Cola, pero cuadno fui a la bodega me chotearon mi billete de a cien. Sin embargo el que atendía me sugirió que lo cambie con la boletera, así que me puse a buscarla.
La encontré en las escaleras y le pedí que me hiciera el favor. Ya un rato antes la había visto ofreciendo los pasajes de los buses de la compañía para los pasajeros que continuarían la ruta hasta Tarapoto. A quince soles cada pasaje. Dicen que el servicio normal está a veinticinco. Bueno, ya sencilleado regresé a la bodega y a falta de Coca Cola me compré una Lima-Limón. Felízmente hizo el efecto deseado y el resto del día ya lo pasé bien. Esperando el atardecer.
Puede parecer tonto, pero uno de los alicientes del viaje era la posibilidad de poder tomar fotos a los atardeceres en el río. Pero ayer los colores del cielo me fueron esquivos pues al sol no se le vio en ningúm momento. Hoy sin embargo la tarde con un cielo despejado y un astro rey radiante, era por demás prometedora. Así pues a eso de las cinco y media yo ya me encontraba posicionado al lado izquierdo de babor con la mejor vista disponible del sol. Pero la trayectoria del río y de la nave, me obligaron a perseguir al atardecer de izquierda a derecha. Aproximadamente a las seis y cuarenta, cuando las luces se atenuaron, terminé de disparar casi con una sonrisa en el rostro. Era hoy o nunca, pues el viaje concluye mañana, mucho antes del atardecer.
Luego de eso, y la cena, la siguiente cosa más importante a esperar era la llegada a Lagunas. No por si misma si no por que en esa ciudad hay señal de celular y podría comunicarme con mi gente. Debido a que una buena cantidad de pasajeros bajaría en Lagunas, la cola para la cena fue corta. Aunque no mejoró en cantidad, tal como se había especulado. Terminado lo de la cena seguíamos aún esperando llegar a Lagunas. pero desde antes, más o menos desde un cuarto para las ocho ya había señal en mi celular. A eso de las ocho finalmente llegamos a Lagunas. Lo cual significaba que a las ocho de la mañana del día siguiente estaríamos arribando a Yurimaguas.
Entre tanto la rutina del viaje se mantiene. La gente se baña, charla y sigue comiendo. Pero los más duermen. Yo escribo mientras a mi costado en el comedor, dos chicas charlan trivialidades con dos patas. Las trivialidades incluyen la salida de uno de los patas con una de las bailarinas de uno de los grupos más populares de Iquitos por doscientos soles, todo incluido. No es la primera vez que lo oigo, pero no lo puedo corroborar, tampoco me interesa hacerlo. Ser consciente de la rutina del viaje y la burbuja temporal en la que nos hemos sumergido debido a el me da una perspectiva externa y alejada. Estoy en la burbuja y a la vez puedo verme desde fuera de ella. Pero no puedo apurar el tiempo. El viaje continúa. Me sumerjo en la rutina. Dormiré.
En la última foto se aprecia Yurimaguas al fondo. El fín de ese tramo de mi viaje. Todas la fotos del mismo las pueden hallar acá.
Etiquetas: fotos, viajes, Yurimaguas 3 comentarios
sábado, julio 24, 2010
Estos libros en realidad son revistas, pero creo que no importa mucho, así que será un nuevo post de la serie de libros comprados (ver 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33 y 34). Los aquí reseñados son distintos números de una misma revista, la edición española de la Asimov Ciencia Ficción. Una gran revista de CF en inglés pero que en castellano luego de sucesivas intentonas siempre ha dejado de publicarse. Tengo ejemplares de las versiones de las editoriales Picazo y Fórum. A las cuales se suman estos de Ediciones Robel. Y bueno, veamos que traen los que me compré:
Asimov Ciencia Ficción 7 - Varios autores. Trae una novela corta: Historias para hombres de John Kessel y cinco cuentos de otros autores, entre los que figura James Patrick Kelly. Muy buena la novela corta de Kessel, como casi todo lo que he leido de él. De los demás cuentos nada digo por que no los he leído.
Asimov Ciencia Ficción 16 - Varios autores. De este número no he leído nada aún, pero les puedo contar que trae tres novelas cortas: Néctar de Brian Stableford, El Hielo de Steven Popkes y El Motor del Deseo de William Barton. Entre los seis relatos restantes hay de Gene Wolfe y Bruce McAllister entre otros.
Asimov Ciencia Ficción 17 - Varios autores. De acá lei Oxígeno Ascendente de R. García y Robertson una entretenida novela corta en clave de space ópera. También figuran las novelas cortas Bienvenido al Olimpo, Mr. Hearst de Kage Baker y Las piezas del Puzzle de Marco Antonio Marcos Fernández. Y entre los cuatro relatos restantes hay dos muy buenos a cargo de Larry Niven y William Sanders respectivamente.
Asimov Ciencia Ficción 18 - Varios autores. Y tampoco leí nada de este, pero eso será por poco tiempo pues trae las novelas cortas: Corrimiento al verde de Mary Rosemblum, Portavoz del mar de madera de Ian Watson y El enigma de Trujillo de David Mateo Escudero. Entre los seis relatos restantes hay dos que me gustaron bastante, uno de Susan Palwick y otro de Stephen Baxter.
Espero comprarme pronto más ejemplares de esta revista antes que se agoten.
Asimov Ciencia Ficción 7 - Varios autores. Trae una novela corta: Historias para hombres de John Kessel y cinco cuentos de otros autores, entre los que figura James Patrick Kelly. Muy buena la novela corta de Kessel, como casi todo lo que he leido de él. De los demás cuentos nada digo por que no los he leído.
Asimov Ciencia Ficción 16 - Varios autores. De este número no he leído nada aún, pero les puedo contar que trae tres novelas cortas: Néctar de Brian Stableford, El Hielo de Steven Popkes y El Motor del Deseo de William Barton. Entre los seis relatos restantes hay de Gene Wolfe y Bruce McAllister entre otros.
Asimov Ciencia Ficción 17 - Varios autores. De acá lei Oxígeno Ascendente de R. García y Robertson una entretenida novela corta en clave de space ópera. También figuran las novelas cortas Bienvenido al Olimpo, Mr. Hearst de Kage Baker y Las piezas del Puzzle de Marco Antonio Marcos Fernández. Y entre los cuatro relatos restantes hay dos muy buenos a cargo de Larry Niven y William Sanders respectivamente.
Asimov Ciencia Ficción 18 - Varios autores. Y tampoco leí nada de este, pero eso será por poco tiempo pues trae las novelas cortas: Corrimiento al verde de Mary Rosemblum, Portavoz del mar de madera de Ian Watson y El enigma de Trujillo de David Mateo Escudero. Entre los seis relatos restantes hay dos que me gustaron bastante, uno de Susan Palwick y otro de Stephen Baxter.
Espero comprarme pronto más ejemplares de esta revista antes que se agoten.
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viernes, julio 23, 2010
Como decía en un post de hace unos meses sobre películas de ciencia ficción, Tron es una de mis favoritas en ese género. La peli es del 82 y planteaba un mundo virtual e inteligencia artificial mucho antes de Matrix y similares más recientes. Obviamente los efectos especiales usados parecen algo demodé ahorita, por decir lo menos, y aunque la trama fue criticada, a mi me gustó.
En la película, Flynn, un programador, es estafado por su jefe y se ve obligado a dejar la compañía de juegos para la que trabajaba. Sin embargo, decidido a recuperar sus programas entra a escondidas a la empresa y se enfrenta al 'Control Central de Procesos' programa que entre otras cosas se encarga de la seguridad del local. Pero este CCP lo digitaliza y Flynn se encuentra de pronto dentro del sistema, donde ve a los programas, los suyos y los de otros, antropomorfizados. Recuerdo que esto y las varias referencias a lenguajes de programación, códigos y demás, originaron que tuviera gran empatía con la película y el personaje, pues yo mismo era un programador en aquellos años.
Después de verla en el cine en el 82, creo que la vi de nuevo en los 90's vía algún VHS alquilado. Ahora supongo que debe haber en DVD, pero no la he comprado. Sin embargo buscando en YouTube encontré el trailer y una escena en las motos de luz. Ahí se las pongo para que las vean. El trailer es una versión algo mejorada del original, que no recuerdo haber visto, la verdad.
Pero el motivo que ahora esté recordando esta película es que hace un par de días me enteré que está en plena producción una segunda parte de Tron, casi 30 años después. La nueva película se llamará Tron: Legacy y está programada para estrenarse el 17 de diciembre de este año. ¿Será una buena segunda parte? quien sabe. En todo caso acá van los trailers:
Se nota la diferencia de los años en los efectos especiales, ¿no? Y la música, a cargo de Daft Punk está muy buena. En la anterior película la música la puso Wendy Carlos, antes Walter Carlos, autor de un clásico de la música electrónica como Switched on Bach. Así que la cosa no anda muy dispareja en cuanto a calidad musical. Esperemos que la película también vaya pareja, o supere a la anterior.
Actualización 25/7. Y hoy me entero vía el artículo Incendio en la cultura digital del diario El País que: "su lanzamiento estará acompañado de un videojuego: Tron evolution. Hasta aquí, nada nuevo. La novedad reside en que el espectador que quiera saber lo que pasó entre las dos películas, tendrá que jugar al videojuego." Avisados estamos.
Actualización 26/7. Hoy ví un post sobre el tema en ALT1040: Especial Tron Legacy: información, vídeos e imágenes. Buenos datos ahí. No había reconocido que la actríz que encarnará al personaje femenino es Olivia Wilde (más conocida como “13” en House). Incluyen el trailer del video juego.
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Actualización 25/7. Y hoy me entero vía el artículo Incendio en la cultura digital del diario El País que: "su lanzamiento estará acompañado de un videojuego: Tron evolution. Hasta aquí, nada nuevo. La novedad reside en que el espectador que quiera saber lo que pasó entre las dos películas, tendrá que jugar al videojuego." Avisados estamos.
Actualización 26/7. Hoy ví un post sobre el tema en ALT1040: Especial Tron Legacy: información, vídeos e imágenes. Buenos datos ahí. No había reconocido que la actríz que encarnará al personaje femenino es Olivia Wilde (más conocida como “13” en House). Incluyen el trailer del video juego.
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jueves, julio 22, 2010
El joven escritor colombiano Luis Cermeño está desde hace algún tiempo en Lima realizando un residentado en Escuelab y como parte de dicho programa se encuentra organizando dos eventos muy interesantes:
El concurso escolar de cuento ¡Yo soy el Robot! orientado a niños de secundaria y segmentado según el grado en dos categorías: “Yo soy el robot” donde "los alumnos presentarán historias a partir de imaginarse a sí mismos o a otras personas, como robots, considerando el posible papel de la robótica en el lugar en el que viven." y “Las leyes de la robótica” donde "los alumnos presentarán historias a partir de familiarizarse con las leyes de la robótica acuñadas por el escritor Isaac Asimov, las cuales son la pauta para la creación de robots en la actualidad." Hay premios interesantes (Consolas Wii y laptops) así que si conocen a algún jovencito que tenga condiciones como para participar pues pásenle la voz, el plazo va del 2 de Agosto al 1 de Septiembre. Más información acá o en Escuelab.
El otro evento es la Plataforma experimental futurista Con-textos Alternos. Como se puede leer en las imágenes anteriores, se trata de un laboratorio de creación literaria bastante libre enmarcado dentro de lo que es la ciencia ficción. Se realizará en seis sesiones y es gratuito. Por razones varias hay un número limitado de cupos y la inscripción se cierra el próximo jueves 29 de julio. Los interesados pueden inscribirse llenando este formulario.
Mi interés en la ciencia ficción me llevó a conversar con Luis Cermeño sobre estos dos eventos, acá les dejo un corto video en el cual el mismo nos explica acerca del concurso y la plataforma.
El domingo 1 de agosto se lanzará el concurso de cuentos en el marco de la Feria Internacional del Libro de Lima, con la Conferencia: Concurso de Cuentos para Escolares “Yo soy un robot”, en la que participaran: Jorge Villacorta, Director de Escuelab y Luis Cermeño, residente de dicha institución. Interesados darse un saltito.
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miércoles, julio 21, 2010
Había quedado con un amigo de encontrarnos para hacer un intercambio de libros, nada grande por cierto, uno por otro. Llegué con un ligero retraso al sitio acordado y casi con el saludo los libros cambiaron de manos. Luego, nos dirigimos a Amazonas para chequear qué había. Confieso que me complace cuando llevo por allá a alguien que no conoce el sitio y termina encontrando cosas que le sorprenden gratamente. Esta vez no fue la excepción. Y yo sin querer también encontré un libro que no sabía que necesitaba. Después, en el camino de regreso tomé algunas fotos que comparto por acá.
Mural junto a la Escuela de Bellas Artes, Jr. Ancash. Por cierto, un bello edificio en una zona muy descuidada.
Perros durmiendo. Curioso verlos abrigados y en sus cartones. Supongo cortesía de los policias que custodian esta parte del Jirón Ayacucho cerca al Congreso.
Banderas peruana y colombiana. ¡El bicentenario también se celebró en Lima!
Una mimo (¿O mima?) en campaña sugiriendo el uso correcto del tránsito peatonal.
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martes, julio 20, 2010
Hoy a las 3pm en Iquitos se realizó una marcha y plantón de protesta frente a las oficinas de la PlusPetrol en la Avenida La Marina. Tal como había sido anunciado, esta medida la organizaron los Apus del Marañón "por no atender a los afectados del derrame de petróleo en el río Marañón, el pasado 19 de junio."
Los Apus del río Marañón se encuentran en Iquitos desde hace varios días "ante la demora, incertidumbre y abandono de las autoridades públicas y la empresa responsable del derrame PLUSPETROL, nos hemos visto obligados a instalarnos temporalmente en la ciudad, hasta encontrar una salida a los problemas inmediatos y a largo plazo que se nos presentan ante el desastre ecológico ocurrido."
El diario La Región informó que una reunión de los Apus representantes de las zonas afectadas con representantes de la PlusPetrol se realizó el día sábado 17, pero que "la empresa Pluspetrol no quería que haya nadie de la prensa local." Tambien manifestaron que "algunos dirigentes desalojaron a dos personas que tomaban notas en el interior ... Se conoció que eran informantes de la policía, quienes se supone están siempre en las diversas actividades políticas sociales para tomar apuntes del panorama actual. Mas luego de lo ocurrido con el Hno. Paul, ha quedado demostrado que no sólo les interesa tomar el pulso político social de la región (como lo expresan), sino que recurriendo a las malas enseñanzas del periodo fujimontesinista, se ubican para “fichar, archivar las expresiones de los dirigentes principales”, para luego acusarlos ante Seguridad del Estado".
Los Apus del río Marañón se encuentran en Iquitos desde hace varios días "ante la demora, incertidumbre y abandono de las autoridades públicas y la empresa responsable del derrame PLUSPETROL, nos hemos visto obligados a instalarnos temporalmente en la ciudad, hasta encontrar una salida a los problemas inmediatos y a largo plazo que se nos presentan ante el desastre ecológico ocurrido."
El diario La Región informó que una reunión de los Apus representantes de las zonas afectadas con representantes de la PlusPetrol se realizó el día sábado 17, pero que "la empresa Pluspetrol no quería que haya nadie de la prensa local." Tambien manifestaron que "algunos dirigentes desalojaron a dos personas que tomaban notas en el interior ... Se conoció que eran informantes de la policía, quienes se supone están siempre en las diversas actividades políticas sociales para tomar apuntes del panorama actual. Mas luego de lo ocurrido con el Hno. Paul, ha quedado demostrado que no sólo les interesa tomar el pulso político social de la región (como lo expresan), sino que recurriendo a las malas enseñanzas del periodo fujimontesinista, se ubican para “fichar, archivar las expresiones de los dirigentes principales”, para luego acusarlos ante Seguridad del Estado".
La periodista Lupe Muñóz cuenta que una de las frases más coreadas por los APUS en la protesta de hoy fue (textualmente): "PLUSPETROL...Fuera de Loreto!!! es un exito la marcha!!!". Ella además tuiteó lo siguiente:
Los Apus del Marañòn realizaràn hoy a las 3:00 p.m. un plantòn en la Pluspetrol!!! hace cerca de 9 horas via web
cientos de personas tomaron la Av. La Marina y se encuentran protestanto en contra de la PlusPetrol! hace cerca de 1 hora via web
Las fotos se publican por cortesía de Lupe Muñóz.
Etiquetas: contaminacion ambiental, Iquitos, Protesta 1 comentarios
domingo, julio 18, 2010
Luego de algunos inconvenientes en la determinación de la fecha, este año se celebrará el primer Día del pollo a la brasa en el Perú. El pollo a la brasa es un plato muy popular acá, se consume incluso más que el cebiche u otras comidas. Espero que todos puedan compartir aunque sea un cuartito de pollo el día de hoy. Para los lectores de fuera les dejo un par de reportajes de canales locales sobre el tema. ¡Buen provecho!
Y no esta demás mencionar que hay otras opciones algo innovadoras para probar un pollo a la brasa diferente, sin que por ello se aleje de su sabor tradicional. Por mi parte decir que el pollo a la brasa con plátanos fritos, tal como lo sirven en Iquitos, queda muy rico también.
Etiquetas: comida peruana, Perú 5 comentarios
domingo, julio 11, 2010
Lo que sigue es la segunda parte de un relato del viaje que hice en la ruta Iquitos - Yurimaguas por río. Lo escribí en la misma embarcación, cada noche de las que pasé en ella. Me embarqué un lunes por la tarde y llegué un jueves por la mañana. En total son tres partes, la primera la encuentran acá. Para no hacer el texto más aburrido de lo que ya es, lo acompaño de algunas de las fotos que fui tomando en el trayecto. El texto ha sido copiado tal cual figura en mi cuaderno. Esto sucedió entre el 4 y el 7 de enero de este año.
Su pie enfundado en una media blanquísima acaricia mi rostro. No se si hemos discutido pero no lo parece, sin embargo no me siento cómodo con su presencia. Luego ella empieza a saltar en mi cama. Trato de no mirarla. Me recuerda tanto a otra chica que solía hacer lo mismo cuando nuestra relación empezaba que prefiero evitar ese recuerdo. No por doloroso si no por lo injusto de inconscientemente comparar algo que ya está en su ocaso con la mejor época de otra relación. Luego ella se detiene y me llama para que suba y vea un insecto posado en la pared. Lo hago y me acerco a mirar. Es un bicho curioso. Algo así como un saltamontes gordo y de múltiples tonos cromados. Mientras lo observo ella se pega a mi. Con el rabillo del ojo puedo ver su delgado cuerpo desnudo, su piel pálida y pecosa. Siento su calor y me pregunto qué hago ahí con ella si ya todo había terminado entre nosotros. Tan débil no soy. Entonces la realidad se impone. Despierto. Estoy navegando por el Amazonas rumbo a Yurimaguas. Ella se ha quedado atrás.
Logré dormir y descansar. Pero no fue tan fácil. La hamaca resultó algo chica y quizás templada demasiado baja. Pero desatarla y volverla a templar no me pareción una opción muy agradable, principalmente por que había poco sitio para maniobrar pues la mayor parte de la gente descansaba ya en sus propias hamacas y había harto equipaje por todo lado. Así pues sólo quedaba acomodarse lo mejor posible, cerrar los ojos y confiar en el cansancio del cuerpo.
Al rato de estar así descubrí que sudaba. La hamaca a mi izquierda estaba ocupada por una chica un poco voluminosa y su proximidad me daba calor, aparte de incomodarme claro. A mi derecha un señor también algo corpulento descansaba a pierna suelta y cuando se acomodaba sus codos chocaban conmigo pues yo yacía un poco más abajo que él.
Sentí deseos de ir al baño y al regresar me acomodé al revés, pensando que sería una solución, pero fue todo lo contrario. La gorda estaba más cerca mío así y el calor y la incomodidad eran mayores. No lo soporté y al cabo de un rato, luego de haber cabeceado y despertarme sudando regresé a mi posición anterior. Por algún motivo que desconozco, quizás sólo el sueño, rápidamente me dormí de nuevo. Al rato me despertaron las voces de los controladores que estaban chequeando los boletos de los pasajeros, o de algunos de ellos pues si bien me pidieron el mío, nunca lo revisaron. Cuando vi que ya no regresarían, cerré los ojos y me dormí.
A la siguiente ocasión que desperté percibí tanto una ligera claridad como el trajín de los pasajeros yendo al baño. Prendí el celular, eran las cinco y treintaicinco de la mañana y había señal. Quise seguir durmiendo pero ya se me hizo imposible. Me desperecé y levanté. Luego de sacar mi cepillo y pasta dental esperé un momento antes de poder acceder a un caño. Había gente con aspecto de recién levantados por todos lados. Ya en el baño descubrí un par de carencias, en realidad tres. No tenía jabón, shampoo ni toalla. Me sentí un mal viajero, sobre todo por que no era la primera vez que hacía este tipo de viaje. Pero las lamentaciones no conducen a nada. Me lavé la cara lo mejor posible, me mojé el cabello y ya de regreso en mi sitio me sequé con la hamaca.
Su pie enfundado en una media blanquísima acaricia mi rostro. No se si hemos discutido pero no lo parece, sin embargo no me siento cómodo con su presencia. Luego ella empieza a saltar en mi cama. Trato de no mirarla. Me recuerda tanto a otra chica que solía hacer lo mismo cuando nuestra relación empezaba que prefiero evitar ese recuerdo. No por doloroso si no por lo injusto de inconscientemente comparar algo que ya está en su ocaso con la mejor época de otra relación. Luego ella se detiene y me llama para que suba y vea un insecto posado en la pared. Lo hago y me acerco a mirar. Es un bicho curioso. Algo así como un saltamontes gordo y de múltiples tonos cromados. Mientras lo observo ella se pega a mi. Con el rabillo del ojo puedo ver su delgado cuerpo desnudo, su piel pálida y pecosa. Siento su calor y me pregunto qué hago ahí con ella si ya todo había terminado entre nosotros. Tan débil no soy. Entonces la realidad se impone. Despierto. Estoy navegando por el Amazonas rumbo a Yurimaguas. Ella se ha quedado atrás.
Logré dormir y descansar. Pero no fue tan fácil. La hamaca resultó algo chica y quizás templada demasiado baja. Pero desatarla y volverla a templar no me pareción una opción muy agradable, principalmente por que había poco sitio para maniobrar pues la mayor parte de la gente descansaba ya en sus propias hamacas y había harto equipaje por todo lado. Así pues sólo quedaba acomodarse lo mejor posible, cerrar los ojos y confiar en el cansancio del cuerpo.
Al rato de estar así descubrí que sudaba. La hamaca a mi izquierda estaba ocupada por una chica un poco voluminosa y su proximidad me daba calor, aparte de incomodarme claro. A mi derecha un señor también algo corpulento descansaba a pierna suelta y cuando se acomodaba sus codos chocaban conmigo pues yo yacía un poco más abajo que él.
Sentí deseos de ir al baño y al regresar me acomodé al revés, pensando que sería una solución, pero fue todo lo contrario. La gorda estaba más cerca mío así y el calor y la incomodidad eran mayores. No lo soporté y al cabo de un rato, luego de haber cabeceado y despertarme sudando regresé a mi posición anterior. Por algún motivo que desconozco, quizás sólo el sueño, rápidamente me dormí de nuevo. Al rato me despertaron las voces de los controladores que estaban chequeando los boletos de los pasajeros, o de algunos de ellos pues si bien me pidieron el mío, nunca lo revisaron. Cuando vi que ya no regresarían, cerré los ojos y me dormí.
A la siguiente ocasión que desperté percibí tanto una ligera claridad como el trajín de los pasajeros yendo al baño. Prendí el celular, eran las cinco y treintaicinco de la mañana y había señal. Quise seguir durmiendo pero ya se me hizo imposible. Me desperecé y levanté. Luego de sacar mi cepillo y pasta dental esperé un momento antes de poder acceder a un caño. Había gente con aspecto de recién levantados por todos lados. Ya en el baño descubrí un par de carencias, en realidad tres. No tenía jabón, shampoo ni toalla. Me sentí un mal viajero, sobre todo por que no era la primera vez que hacía este tipo de viaje. Pero las lamentaciones no conducen a nada. Me lavé la cara lo mejor posible, me mojé el cabello y ya de regreso en mi sitio me sequé con la hamaca.
Luego de ordenar mis cosas salí a dar una vuelta hasta la proa. Ahí encontré a mi vecino de hamaca quien comentaba que hacía un rato nomás habíamos pasado la confluencia del Marañón con el Amazonas, o Ucayali en esta parte de su curso. Aún se podía percibir a lo lejos, a pesar de lo nublado del amanecer, la diferencia en el color de las aguas. Ambas marrones, pero las del Ucayali con un tono más oscuro. Me quedé ahí un rato charlando, observando y tomando fotos, pero al empezar a ver la gente pasar con su taper fui por el mio para el desayuno. Sin embargo lo extenso de la cola me disuadió de esa idea. Así que me puse a charlar nuevamente con el vecino que también había regresado a su hamaca.
A las seis y treinta avistamos las cercanías de Nauta y mi hambre era mayor, por lo que cogí de nuevo mi taper, bajé y me puse al final de la cola que aún seguía siendo larga. No avanzaba muy rápido que digamos pero no resultó desagradable hacerla debido a la presencia inmediatamente delante mio de una chica que parecía que se había bañado con un litro de shampoo, pues dicho olor me llegaba nítidamente, aunque seguro esto tenía su razón en la extrema proximidad que manteníamos debido a lo compacta que iba la cola.
Faltando un par de personas para llegar a la cocina, el cocinero que la hacía de controlador me pidió mi taper y mi boleto del pasaje. Hizo una marca en este último y me lo devolvió, pasando luego el taper a la cocina. Al rato llamaron desde la cocina: "¡El taper rojo!" y me tuve que adelantar para recibirlo conteniendo una tazada de quaker y recibir también dos panes que luego descubrí estaban levemente untados con mantequilla. Con todo esto subí a mi piso y me instalé en el comedor para desayunar. Supongo que no era una mantequilla de calidad, y el quaker creo que era de arroz en vez de avena, pero no estaba para nada desagradable. Algunos, como mi vecino, lo habían reforzado con un juanecillo de los que ofrecían los vendedores que habían subido en Nauta apenas la nave atracó. Yo, sin posibilidad de hacer eso, no miré mucho para no antojarme y una vez finalizados mis alimentos fui a lavar mi taper al baño.
Estando ahí y mientras intentaba limpiar mi taper sólo con el agua, la señora que estaba en el caño contiguo de pronto hizo el gesto de ofrecerme su taper, por un instante me desconcerté, pero luego entendí que de lo que se trataba que podía lavar mi taper con el agua con detergente que estaba en el suyo. Extendí mi taper y la señora vaceó el agua en él. Lo refregué bien con esa gabaza y luego lo enjuagué con agua limpia. Me retiré pensando que definitivamente hay gente que viaja con todos sus implementos. Yo con una mochila me sobra y me basta, pero claro, luego ando en problemas.
De regreso en mi hamaca chequeé la hora. Eran casi las ocho. Un cuarto de hora antes habíamos dejado Nauta y ya nos encontrábamos surcando de nuevo el Marañón. Me agarró un poco de sueño y decidí cerrar los ojos un rato. Cuando desperté había pasado más de media hora. La mañana seguía algo nublada, el cielo cubierto y sin sol. La gente andaba en sus cosas, algunos charlando, otros deambulando por ahí, otros simplemente descansando.
Cogí mi cuaderno y fui al comedor a hacer algunos apuntes. Para mi mala suerte ni bien me senté el lugar se llenó de gente con biblias. Al rato empezaron a leer en voz alta y luego a cantar. Tuve que hacer acopio de toda mi concentración para poder continuar y terminar de escribir lo que quería. Mientras escribía lo último concluyeron su sesión religiosa y se fueron. A los pocos segundos pude cerrar mi cuaderno.
El resto del día la pasé socializando ¿Qué otra cosa se puede hacer? Además en estos viajes siempre hay personas dispuestas a iniciar una charla con alguien desconocido. Y la posibilidad de enterarse de cosas interesantes está siempre latente. Incluso a veces hasta se termina descubriendo que conocen a alguien en común. Por supuesto a mi el paisaje siempre termina capturándome. La búsqueda de algo no antes visto, de un paraje fotografiable. Puedo pasar horas en eso.
Cogí mi cuaderno y fui al comedor a hacer algunos apuntes. Para mi mala suerte ni bien me senté el lugar se llenó de gente con biblias. Al rato empezaron a leer en voz alta y luego a cantar. Tuve que hacer acopio de toda mi concentración para poder continuar y terminar de escribir lo que quería. Mientras escribía lo último concluyeron su sesión religiosa y se fueron. A los pocos segundos pude cerrar mi cuaderno.
El resto del día la pasé socializando ¿Qué otra cosa se puede hacer? Además en estos viajes siempre hay personas dispuestas a iniciar una charla con alguien desconocido. Y la posibilidad de enterarse de cosas interesantes está siempre latente. Incluso a veces hasta se termina descubriendo que conocen a alguien en común. Por supuesto a mi el paisaje siempre termina capturándome. La búsqueda de algo no antes visto, de un paraje fotografiable. Puedo pasar horas en eso.
La nave va pegada al margen derecho del río, según el sentido en el que voy. La orilla es de un verde interminable que se funde con el marrón algo verdoso y fluyente de las aguas. Recuerdo mi sueño, esa extraña dimensión donde todos los recuerdos, ideas y deseos fluyen y convergen convirtiéndose en algo como esta gran masa de agua, oscura, misteriosa y eterna. No conozco a una de las chicas del sueño, pero la recordaba en él. El amor es eterno y fluye también pero los amantes son solo peces entre el conocimiento que les rodea. Nunca podrán tenerlo todo.
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sábado, julio 10, 2010
Lo que sigue es un relato del viaje que hice en la ruta Iquitos - Yurimaguas por río. Lo escribí en la misma embarcación, cada noche de las que pasé en ella. Me embarqué un lunes por la tarde y llegué un jueves por la mañana. En total son tres partes. Para no hacer el texto más aburrido de lo que ya es, lo acompaño de algunas de las fotos que fui tomando en el trayecto. El texto ha sido copiado tal cual figura en mi cuaderno. Esto sucedió entre el 4 y el 7 de enero de este año.
Ella siempre me da lo que quiero, a veces me da lo que necesito y no lo que quiero, pero la entiendo, se preocupa por mi, me protege. Pero a pesar de eso soy un amante malagradecido. Una vez satisfecho mi deseo ya me siento incómodo en ella y quiero abandonarla. Sus favores no me encandilan más, sus ofrecimientos los rechazo. Mi mente ya está enfocada en la siguiente conquista. Vamos por ella.
Llegué al puerto de Masusa a comprar mi pasaje a Yurimaguas a eso de las 2.20. Al toque ubiqué al "Eduardo" que salía ese mismo día por su pizarra con el "HOY" escrito en ella. Cuando estaba entrando a la embarcación unos llamadores se acercaron para preguntarme cuanto quería pagar, no solté prenda, pero igual me llevaron con el encargado de vender los pasajes: 50 soles primer o segundo piso. Hay gente que paga menos, pero va en la plataforma de carga, bastante incómodo supongo. Pagué y una vez que me dieron mi recibo fui al segundo piso a ver que tan lleno estaba. Ya había hamacas colgadas pero espaciadas, y algunas personas en ellas. Bajé y regresé a la ciudad a alistar mis cosas.
Ya con mi mochila lista y mi hamaca, reparé que no tenía nada con que abrigarme, ni siquiera una casaca, así que fui a buscar algo y me prestaron una colcha que supuse me protegería del frío y el viento de las noches y madrugadas en el río. Tenía que hacer otras diligencias más de último minuto, y como me habían dicho que la lancha saldría a las 6pm, y claro, nunca son puntuales, me confié. Craso error ¿o era ella que quería retenerme?. Llegué al puerto a las 5.05pm y nada más acercarme a la zona donde estaba acoderada la Eduardo IV, llegaron a mi encuentro los llamadores de otra embarcación diciendo que ya no había espacio ahí y que fuera con ellos a otra lancha. Miré a la Eduardo y se veia llena, pero pensé que sería debido, en parte, a la gente que acude a despedir a sus familiares.
Ella siempre me da lo que quiero, a veces me da lo que necesito y no lo que quiero, pero la entiendo, se preocupa por mi, me protege. Pero a pesar de eso soy un amante malagradecido. Una vez satisfecho mi deseo ya me siento incómodo en ella y quiero abandonarla. Sus favores no me encandilan más, sus ofrecimientos los rechazo. Mi mente ya está enfocada en la siguiente conquista. Vamos por ella.
Llegué al puerto de Masusa a comprar mi pasaje a Yurimaguas a eso de las 2.20. Al toque ubiqué al "Eduardo" que salía ese mismo día por su pizarra con el "HOY" escrito en ella. Cuando estaba entrando a la embarcación unos llamadores se acercaron para preguntarme cuanto quería pagar, no solté prenda, pero igual me llevaron con el encargado de vender los pasajes: 50 soles primer o segundo piso. Hay gente que paga menos, pero va en la plataforma de carga, bastante incómodo supongo. Pagué y una vez que me dieron mi recibo fui al segundo piso a ver que tan lleno estaba. Ya había hamacas colgadas pero espaciadas, y algunas personas en ellas. Bajé y regresé a la ciudad a alistar mis cosas.
Ya con mi mochila lista y mi hamaca, reparé que no tenía nada con que abrigarme, ni siquiera una casaca, así que fui a buscar algo y me prestaron una colcha que supuse me protegería del frío y el viento de las noches y madrugadas en el río. Tenía que hacer otras diligencias más de último minuto, y como me habían dicho que la lancha saldría a las 6pm, y claro, nunca son puntuales, me confié. Craso error ¿o era ella que quería retenerme?. Llegué al puerto a las 5.05pm y nada más acercarme a la zona donde estaba acoderada la Eduardo IV, llegaron a mi encuentro los llamadores de otra embarcación diciendo que ya no había espacio ahí y que fuera con ellos a otra lancha. Miré a la Eduardo y se veia llena, pero pensé que sería debido, en parte, a la gente que acude a despedir a sus familiares.
Cuando subí a la nave pude darme cuenta que realmente estaba llena. Abriéndome paso a duras penas entre viajantes, sus acompañantes y los infaltables vendedores, llegué al segundo piso sólo para comprobar que estaba casi abarrotado. Alcancé el otro extremo o popa, que es donde se ubica el comedor, y sólo me quedó poner mi mochila en el piso, cerca a donde había un pequeño espacio, y ver que se podía hacer. Lo que ví, para mi mala suerte, fue que el pequeño espacio era en realidad el único para acceder a la escalera interna al primer piso.
Ahí estaba yo, casi desolado y evaluando la perspectiva de pasar la noche sentado en el piso de metal, cuando un poco más allá uno de los pasajeros me dijo si le podía cuidar sus cosas un momento, mientras desamarraba su hamaca. Al parecer había encontrado un amigo en el primer piso y se iba para allá. Rápidamente saqué mi hamaca... sólo para encontrarme con que la cuerda para atarla estaba entera... o me habían dado sólo una. De cualquier manera había que partirla. Por supuesto no tenía cuchillo ni ningún otro objeto cortante. Niño scout no fuí.
En esas estaba cuando un muchacho con el que había intercambiado algunas palabras me dijo que si gustaba iba a la cocina del otro piso para que la partieran, con algo de desconfianza se la dí y al ratito regresó con la cuerda en dos pedazos. Acto seguido, procedí a atar mi hamaca lo mejor que pude, pues tampoco fui marinero ni experto en nudos. La probé sentándome en ella y jalando los extremos amarrados un par de veces a fin de no despertarme a media noche de un buen golpe en el piso. Terminado esto me puse a pensar en otras cosas y de pronto el voceo de un vendedor me hizo percatarme de un olvido mío: no tenía taper para la entrega del rancho ni cubiertos para comerlo. Definitivamente el apuro no es un buen consejero antes de un viaje.
Estaba yo viendo a quien encargarle mi mochila para ir a comprar lo que me faltaba cuando por el techo de la embarcación contigua se acercó un vendedor ofreciendo entre otras cosas, cucharas. Al toque lo llamé y compré una por un sol. Luego me ofreció tapers, "pero no tienes" le dije, pues en su cajita de venta no se veían. Ni corto ni perezoso llamó a otro vendedor que estaba en el piso de abajo de la embarcación donde se encontraba y éste se acercó y por la ventana le alcanzó un taper rojo. "Dos soles". Pagué y pensé que ya tenía un problema menos, sólo para caer en la cuenta que otro acababa de aparecer. Me quedaba solamente un sol en monedas y luego billetes grandes. En teoría no tendría por que ser un problema, pero nunca se sabe.
A todo esto ya eran más de las cinco y media de la tarde y seguía llegando más gente a la embarcación. Dejé encargado mi sitio con mis cosas y fui a proa para tomar unas fotos y de pronto, a las seis, la lancha empezó a moverse. Quedé sorprendido por la inusual puntualidad, pero todo fue una ilusión. La lancha sólo hizo un corto trayecto hasta el vecino puerto Henry para que embarcaran un contenedor y otras cargas de peso con la grúa. Cuando salimos de ahí ya había oscurecido, pero las siete nos dieron en el puerto de ENAPU donde la nave se había detenido nuevamente para la inspección y presentación de documentación de rutina.
A todo esto ya eran más de las cinco y media de la tarde y seguía llegando más gente a la embarcación. Dejé encargado mi sitio con mis cosas y fui a proa para tomar unas fotos y de pronto, a las seis, la lancha empezó a moverse. Quedé sorprendido por la inusual puntualidad, pero todo fue una ilusión. La lancha sólo hizo un corto trayecto hasta el vecino puerto Henry para que embarcaran un contenedor y otras cargas de peso con la grúa. Cuando salimos de ahí ya había oscurecido, pero las siete nos dieron en el puerto de ENAPU donde la nave se había detenido nuevamente para la inspección y presentación de documentación de rutina.
Después de todo este proceso la nave por fin inició ruta más o menos a las siete y media, que es la hora a la que había salido en otras oportunidades pero sin las paradas de esta ocasión. Me arrecosté en mi hamaca par enviar unos sms antes que la señal desapareciera cuando sentí un ramalazo de hambre en mi interior, y fue entonces que caí en la cuenta que la falta de sencillo sí sería un problema. No se reparte comida en estas embarcaciones el día de salida. Y la cocina del piso estaba vacía. Maldije para mi mismo y me resigné a pasar hambre.
Como a la media hora sentí un olor a comida y me pareció que procedía del piso inferior. Fui a averiguar y vi varias personas comiendo. Averigué y me dijeron que vendían comida. El juane a dos soles y el huevo a sol. Pagar por un simple huevo duro un sol me pareció caro, pero era lo único que mi bolsillo podía permitirse y a la vez mitiga el hambre que se hacía sentir ya más fuerte. Sin ninguna esperanza le pregunté al cocinero si el huevo salía solo. "No", me dijo, "Viene con su arroz". Ok. Arroz con huevo duro no es la mejor comida del mundo pero les aseguro que cuando hay hambre se pueden comer cosas peores. Saqué mi único sol y pagué. Al ratito me sirvieron lo pedido y me preguntaron si quería sal. "Claro" contesté. En la mesa había una jarra de refresco y vasos. Me serví y devoré hasta el último grano de arroz en breves instantes. Por lo menos el arroz no estuvo mazacotudo, debo admitirlo.
Ya un poco satisfecho y luego de ir al baño, me senté en el vacío comedor pero acompañado por muchos insectos voladores, a escribir mi relato del viaje hasta ese momento, las ocho y treinta más o menos. A las nueve y treintaiocho lo di por terminado y me dispuse a pasar una buena noche. El resplandor de la ciudad se había dejado de percibirse ya buen rato atrás. Algo de nostalgia acudió a mi al tomar conciencia del alejamiento. Adios Iquitos, hasta que te extrañe de nuevo.
Como a la media hora sentí un olor a comida y me pareció que procedía del piso inferior. Fui a averiguar y vi varias personas comiendo. Averigué y me dijeron que vendían comida. El juane a dos soles y el huevo a sol. Pagar por un simple huevo duro un sol me pareció caro, pero era lo único que mi bolsillo podía permitirse y a la vez mitiga el hambre que se hacía sentir ya más fuerte. Sin ninguna esperanza le pregunté al cocinero si el huevo salía solo. "No", me dijo, "Viene con su arroz". Ok. Arroz con huevo duro no es la mejor comida del mundo pero les aseguro que cuando hay hambre se pueden comer cosas peores. Saqué mi único sol y pagué. Al ratito me sirvieron lo pedido y me preguntaron si quería sal. "Claro" contesté. En la mesa había una jarra de refresco y vasos. Me serví y devoré hasta el último grano de arroz en breves instantes. Por lo menos el arroz no estuvo mazacotudo, debo admitirlo.
Ya un poco satisfecho y luego de ir al baño, me senté en el vacío comedor pero acompañado por muchos insectos voladores, a escribir mi relato del viaje hasta ese momento, las ocho y treinta más o menos. A las nueve y treintaiocho lo di por terminado y me dispuse a pasar una buena noche. El resplandor de la ciudad se había dejado de percibirse ya buen rato atrás. Algo de nostalgia acudió a mi al tomar conciencia del alejamiento. Adios Iquitos, hasta que te extrañe de nuevo.
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