sábado, octubre 08, 2005

El País irredento - Geoff Ryman

No recuerdo a ciencia cierta cómo llegó este libro a mis manos, si fue parte de un envío del extranjero, si lo compré en alguna librería o lo encontré en alguno de los puestos de viejo limeños (que también tienen libros nuevos). Lo que es seguro es que si no hubiera leído antes sobre él quizás no lo hubiera adquirido, no salió en una colección de CF y en la contratapa se menciona muy brevemente que ganó dos premios de fantasía y que otra obra del autor ganó el BSFA (British SF Association) y el Arthur C. Clarke del 88.

The Unconquered Country de Geoff Ryman fue publicado originalmente en inglés en 1986 y la primera edición en español (la que tengo en mi poder) es de marzo de 1991, editada con el N°13 de la colección Ultramar Literaria de la Editorial Ultramar. El formato es mediano y no es una obra muy extensa, pues consta de sólo 108 páginas.

Comenté que el libro obtuvo dos premios de Fantasía, pero si lo que buscan es alguna Tolkienada o Potteriada, olvídense, es otro significado de fantasía a que se acoje Ryman para este libro. La historia es una fantasía que no por eso deja de ser real, es más, me tienta decir que el libro destila realismo fantástico de un manera desencantada y lúgubre, pero eso lo dejo para los críticos literarios, yo sólo puedo decir que me gustó mucho.

El País Irredento es un país imaginario que no cuesta ubicar en el sudeste asiático. De hecho el autor lo confirma en una nota al final. Esto es parte de lo que dice: Todas nuestras palabras se han agotado. Democracia, libertad, socialismo, economía. Todas se han vuelto kitsch. Evocan imágenes kitsch. Vi los tribunales funcionando y decidí que, al menos durante una temporada, puedo olvidarme de la palabra "justicia". Ésta sólo puede ser mantenida en un entorno artificial: en un tribunal lo suficientemente fuerte para conservar su independencia, o en una historia que al acumular detalles archive bien los datos, o en la hija bastarda de la historia, la ficción.

En este caso la ficción se desenvuelve alrededor de Hija Tercera, ella lleva una existencia en el límite de la indigencia, y por si esto fuera poco, su vida cambia por efectos de la guerra. Cómo ella misma ante todo esto reacciona, cambia y se adapta (o no) es parte de lo que vemos suceder en la novela. Pero también vemos una sucesión de hechos extraños y fantásticos, de personajes simbólicos y mágicos y situaciones extremas, actuando sobre Hija Tercera y disociándola poco a poco de la realidad.

Todo esto en su conjunto arma un muy buen libro, poco clasificable, cierto, pero una obra que por lo original del planteamiento aplicado al tema (la guerra y el genocidio en el sudeste asiático visto desde la perspectiva de una de las víctimas) y por la capacidad de transmitir los sentimientos y experiencias de la protagonista en sus pocas páginas, merecería ser más conocido en castellano. Por si fuera poco la prosa es bella:

El Cuervo Que Cantaba gravitaba sobre el mismo lugar durante diez o quince minutos seguidos, y cantaba, y las canciones eran las canciones del pueblo. Tercera supo entonces que era un espíritu. ¿Cómo si no sabría cantar la canción de la mañana al amanecer, o las canciones de fiesta, o las canciones por los muertos? Los pobres, en sus peligrosos amontonamientos de casas, todos miraban hacia arriba. Comprendían el milagro. Los niños salvajes que vivían como animales en camadas bajo los puentes, salían de las sombras para escucharlo. Las ancianas tarareaban las canciones, meciéndose en los resbaladizos peldaños, recordando. Cuando se cansaba, el Cuervo revoloteaba entre ellos y miraba significatibamente el arroz de sus cuencos. Ellos e reían y daban al Cuervo un poco, pues sabían que era un espíritu, y la mayor amabilidad era alimentar a un espíritu. Se inclinaban ante su llegada, y alzaban en respeto las manos por encima de sus cabezas. Pero el Cuervo siempre regresaba a Tercera. La gente miraba a su ventana entonces, y saludaba. Ella era la dueña del milagro. Y Tercera, por primera vez, sonrió.

Si lo de "Irredento" les suena extraño, como a mi, pues a primera impresión "Unconquered" podría ser traducido como "Inconquistado", leamos lo que dice la RAE: irredento, ta. (Del lat. in, pref. negat., y redemptus, part. pas. de redimĕre, redimir). 1. adj. Dicho especialmente del territorio que una nación pretende anexionarse por razones históricas, de lengua, raza, etc.: Que permanece sin redimir.. Esto me lo hizo ver Rafa Marín, traductor del libro, quien para mayor claridad me explicó: O sea, un país que se niega a ser conquistado y civilizado a la fuerza. Como el de la novela.

Poco hay de Geoff Ryman (quien acaba de ganar un premio literario) disponible en castellano en internet, pero en inglés tenemos a 253, su novela interactiva. Una bibliografía suya. Una reseña sobre él con algunos enlaces, Una lectura sobre El País irredento, muy interesante por cierto, aunque breve. Una conversación entre Ryman y Kit Reed vía chat, también de recomendable lectura. Hay más por cierto, el interesado sólo tiene que buscar.

Y a punto de terminar este post, encuentro otro libro de la misma colección: Terraplane de Jack Womack, donde estaba la boleta de compra de ambos, los adquirí en la librería Época del Óvalo Gutierrez, de oferta. Duda resuelta.


Technorati tags: , , ,

No hay comentarios.: