jueves, junio 30, 2005

John Coltrane

Al igual que en el caso del reciente post que he puesto en Surfing, este artículo lo había olvidado y buscando un papel entre los periódicos pasados encontré la sección Luces de la edición de El Comercio del 12 de junio dobladita en la página donde salía esta nota de Guillermo Niño de Guzmán sobre John Coltrane. Siendo que probablemente deje de estar en línea próximamente, la reproduzco en su totalidad. Todo sea por el Jazz.

Hace cuatro décadas apareció un disco que puede ser considerado como una piedra miliar en la evolución del jazz, A Love Supreme de John Coltrane, grabado en diciembre de 1964 aunque recién difundido en 1965. Es una obra poco usual para su tiempo, presentada como una suite en cuatro movimientos, en la que el saxo tenor del líder del cuarteto fluye sin cesar durante casi 33 minutos y edifica una plegaria, un himno a la divinidad. Sin duda, el aliento místico de Coltrane tenía un poder hipnótico, pues establecía un ritual y conseguía poner en trance al oyente, liberando sus emociones más profundas. Con "A Love Supreme" el jazz accede a otra dimensión, en la que el músico no solo es un artista sino un oficiante capaz de propiciar la elevación espiritual de su auditorio.

Coltrane abría puertas insospechadas al jazz cuando le sobrevino la muerte, a los 40 años, en 1967. Su desaparición suscitó una conmoción parecida a la que se produjo cuando murió Charlie Parker a mediados de los cincuenta. Miles Davis admitió que su ausencia creó un caos en la vertiente 'free' porque era su líder. Para muchos, Coltrane había sido luz guía y, luego que se fue, parecían gente en un bote en el océano sin brújula y sin remos. Asimismo, señaló que "su obra representaba, para numerosos negros, el fuego y la pasión y la rabia y la rebeldía y el amor que sentían, especialmente entre los jóvenes negros intelectuales y revolucionarios de la época".

Ciertamente, junto con Ornette Coleman, Coltrane fue uno de los más notables cultores del llamado 'free jazz' o 'new thing', movimiento que germinó desde finales de la década del cincuenta y que alcanzó su apogeo en la década siguiente, en plena emergencia del black power y la lucha por los derechos civiles. Nacido en 1926, Coltrane tocó primero en una banda de la marina y, después, atraído por el be-bop, en la orquesta del trompetista Dizzy Gillespie. Finalmente, en 1955, se encontró con Miles Davis y se convirtió en una pieza medular de su revolucionario quinteto.

Un genio como Miles Davis, quien había empezado su carrera al lado de Charlie Parker y había logrado innovar el panorama con el estilo 'cool', vislumbró el notable poder expresivo de Coltrane. Pero el impetuoso saxofonista era un diamante en bruto al que había que tallar. Contaba con asombrosas dotes, pero carecía del marco adecuado para su desarrollo. La curiosa mezcla de sencillez y complejidad de Miles Davis aportó la llave mágica. Como bien advierte Joachim Berendt, "en su afán por tocar sencillo, Miles tiende a liberar sus improvisaciones del andamiaje de acordes constantemente cambiantes. Las basa en escalas. Junto con Coltrane, convirtieron en modelo para todo el mundo del jazz ese modo de improvisar sobre escalas y con ello configuraron directamente el paso previo a la libertad absoluta del 'free jazz'".

En ese sentido, Coltrane jugó un rol decisivo en la creación de esa obra maestra que es "Kind of Blue" (1959). No obstante, además de la influencia de Miles Davis, el saxofonista también se nutrió de las enseñanzas de Thelonius Monk. Durante una temporada, en 1957, Coltrane colaboró con el excéntrico pianista, cuya concepción musical era mucho más moderna y abstracta que la de Miles. La libertad imaginativa de Monk era tal que muy pocos músicos podían seguirlo, pero Coltrane depuró con él sus exploraciones armónicas. A partir de 1960, se sintió seguro como para liderar su propia agrupación, con McCoy Tyner al piano, Jimmy Garrison en el contrabajo y Elvin Jones en la batería. En ese momento también descubrió el saxo soprano, un instrumento poco usado por entonces, que le permitiría obtener tonalidades distintas. Envuelto por un aura similar a la de un poseído, Coltrane no vacilaba en acometer improvisaciones que podían durar treinta, cuarenta minutos o incluso una hora, multiplicando las líneas melódicas y rítmicas, yuxtaponiendo diversos planos de interpretación y propiciando un intercambio mucho más libre entre el solista y sus acompañantes.

En ese periodo, John Coltrane alcanzó su madurez creativa. El sonido crudo de su saxo, los gritos y alaridos que emitía en sus torrenciales solos, provocaban una emoción que remitía a las raíces del blues a la vez que descubrían una órbita espiritual. Su búsqueda incesante, terca y obsesiva, era la de un hombre en una fuga hacia delante, que no temía adentrarse en regiones ignotas porque su música era, ante todo, un acto de revelación.


Ah¡ Coltrane, siguiendo mi costumbre mientras posteaba puse el único disco como solista que tengo de él: My Favorite Things, que es pero muy, muy bueno. Coltrane no le ha entrado aún con fuerza al free-jazz pero sus solos ya presagian algo, manteniendo al album en un apropiado balance entre el jazz de esos años y el mas experimental. Fue grabado en el 60 y editado en el 61, yo lo escuché recién cuarenta años después, lo cual es una lástima porque me hubiera gustado tenerlo hace mucho, como los discos de Miles Davis donde Coltrane participa. La formación es la misma que cita Niño de Guzmán como la de inicio de los trabajos solistas de Trane, salvo que en vez de Jimmy Garrison figura Steve Davis en el bajo.

Guillermo Niño de Guzmán es un narrador peruano autor de varios buenos libros de relatos y otros trabajos, de alguno de los cuales postearé un día de estos. Para los fans: la página oficial de Coltrane, una página dedicada a él y otra más. Una completísima discografía aunque lamentablemente dejada de actualizar hace un tiempo. Y una página en honor de Trane con un muy buen estudio sobre su obra. En castellano una reseña al libro John Coltrane. Jazz, Racismo y Resistencia. Un pequeño artículo con dos anécdotas sobre Coltrane. Una reseña al Crescent del John Coltrane Quartet. Y un muy buen artículo rescatado de las páginas de El Expreso Imaginario sobre Coltrane.


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4 comentarios:

OjO al Texto dijo...

Hace rato que no podía entrar a leer tu Globalizado. Hoy lo pude hacer y he disfrutado mucho. Diversidad de materiales, mucha actualidad y una pluma certera, informativa y agradable.
Un saludo muy cordial desde Medellin donde me encuentro trabajando ahora.

Juan Arellano dijo...

Que bien por tí que estas de nuevo en tu tierra, yo quisiera estar de nuevo en Iquitos aunque no soy de allá. Un abrazo y nos leemos.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

El gran Coltrane.
Qué puedo decir? acaso escatimar elgios por temor a parecer complaciente? qué temor ni tanta tontería... Coltrane es uno de los reyes del jazz. Y digo es, porque es INMORTAL. El gran Coltrane.

Una de sus creaciones debe estar en mi radio...

Grinder dijo...

John Coltrane...Maestro de Maestros, inventor de miles formas de tocar y disfrutar el jazz, propulsor de las maneras libres de interpretar este tipo de musica, vale, siempre vale recordar a este genio, Actualmente sonando en el winamp "Locomotion" en vivo..ufff que mas se puede pedir :D