En La Nación se publicó hace unos días una entrevista desde París a Marc Augé, etnólogo francés pionero del concepto del "No lugar". La entrevista estuvo a cargo de Patricio Arana. Como mi hija tiene tarea al respecto, le he entrado un poco al tema. A continuación un extracto de la entrevista, y me ha costado hacerlo pues toda estaba muy interesante, de cabo a rabo.
“Es estúpida la idea de que la multiplicación de los contactos con el exterior es una amenaza contra la identidad, algo que se escucha a menudo”, afirma el etnólogo Marc Augé. “Creer esto presupone que hay una identidad desde siempre constituida así, y nunca fue el caso”, explica el autor de “Hacia una antropología de los mundos contemporáneos” y “Travesía por los jardines de Luxemburgo”, entre muchas otras obras. Para Augé, que prefiere decir que su disciplina es la antropología, ya que, desde su punto de vista, “es como una etnología comparada porque se define empíricamente por el objeto intelectual y no por el tipo de poblaciones que estudia”, siempre ha habido crisis de identidad, individuales y colectivas. “No hay identidad sin la presencia de los otros. No hay identidad sin alteridad”, subraya.
Augé es también el autor de “Los no lugares, espacios del anonimato”, donde observa los aeropuertos y los complejos cinematográficos organizados para olvidar y perder la identidad. Esos “no lugares sin historia que afectan nuestras representaciones del espacio, nuestra relación con la realidad y nuestra relación con los otros”, dice. “La identidad se construye en el nivel individual a través de las experiencias y las relaciones con el otro. Eso es también muy cierto en el nivel colectivo. Un grupo que se repliega sobre sí mismo y se cierra es un grupo moribundo", sostiene este intelectual, de 70 años.
-Su objeto de estudio es la sociedad. ¿Qué es lo que percibe en la sociedad contemporánea?
-Estamos en una sociedad de consumo, que define nuevos modos de individualidad. Se asocia menos a la idea del capitalismo la del individuo emprendedor, a pesar de que esta imagen existe aún. En el nivel de las grandes masas, portarse bien es consumir mucho. El índice de consumo es el índice de salud de un país. El consumo se dirige a individuos tipo, que son la imagen de los consumidores. Tenemos interlocutores ficticios en la televisión, pero que cumplen un papel importante para el consumidor. Hay gente que no soportaría vivir sin tener su cita diaria con el noticiero o con el reportaje del sábado. Esta relación estructura el tiempo.
-¿Cree que es un problema la relación que tenemos con la imagen?
-Pasamos gran parte de nuestro tiempo reconociendo a gente que no conocemos. Es una experiencia sin precedente, inédita. ¿Cuál es el carácter de la relación que hoy podemos tener con estas imágenes, que no son puras invenciones? A diario veo por la televisión a Chirac, Bush o Putin. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Es, a la vez, familiar e ilusoria. El hecho de que este mundo de imagen ocupe una importante parte de mi tiempo hace que me plantee un verdadero interrogante.
-¿Sobre la importancia de la imagen para cada individuo?
-Hay una sobrevalorización constante de la imagen. Los que están en la pantalla tienen una forma de existencia más fuerte, desde un cierto punto de vista, porque millones de personas los reconocen. De ahí el sentimiento de que hay que pasar a través de la imagen para existir. La mejor manera de cautivar a las audiencias es darles la impresión de que pueden estar en la televisión. De ahí el éxito de los reality shows.
-¿Hay que adoptar y querer las nuevas tecnologías?
-Las nuevas tecnologías de comunicación, en cuanto medios, son algo extraordinario, que multiplica las posibilidades. Ahora bien, por su éxito y por los modos que toman en la sociedad de consumo, puede ocurrir que los medios se conviertan en un fin en sí, bajo diferentes aspectos. Pienso que no hay que perder de vista que los medios de comunicación son medios y que las imágenes son imágenes. Pero como vivimos en un mundo donde la realidad está repleta de imágenes, podemos dudar acerca de cuál es el nivel de realidad exacta.
-Usted señala un riesgo inherente al sobredesarrollo de las tecnologías, que es confundir los fines con los medios. ¿Cómo sería posible controlar esa relación?
-Sólo intensificando la relación con los medios y con las imágenes se podrá controlarla. Como ejemplo: si se les enseña a los niños a hacer películas, estarán menos alienados con la imagen, porque comprenderán que es algo que se fabrica. Hay que formarlos no como consumidores, sino como creadores. El nuevo humanismo es eso: formar a la gente para que controle los instrumentos. Formarlos para crear.
-¿Cree en el nacimiento de una "sociedad humanidad"?
-Sí. Se lo ve, por ejemplo, en los acontecimientos que crean efectos de solidaridad: el miedo ecológico, la toma de conciencia de que el planeta es un cuerpo físico. En esto se puede ver un tema que concierne a todos de igual manera. Pero, sin embargo, una sociedad incluye un espacio público, donde la opinión pública pueda expresarse. Este espacio no existe en el nivel planetario.
-¿Internet no ocupa ese lugar?
-Internet constituye este espacio de manera fragmentaria, no de una manera coherente. Lo mismo ocurre, por ejemplo, cuando se realizan manifestaciones "altermundialistas" en oposición a las reuniones del G-7. Estos son esbozos de lo que podría ser una "sociedad humanidad", pero esta sociedad no existe aún. Lo que limita la idea de una "sociedad humanidad" es esta ausencia, o fragmentación, del espacio público.
-La antropología hizo un aporte importante a las ideologías racistas y las prácticas racistas. ¿Cómo lo explica?
-En efecto: la antropología física hizo un aporte, como ciencia, a ideologías racistas. Los nazis medían los cráneos. Pero, desde otro punto de vista, la antropología física actual, la que trabaja sobre los genes, ofrece una conclusión inversa, al mostrar que todos los hombres son, técnicamente, los mismos? En la antropología evolucionista hay etapas: salvaje, bárbaro, civilizado. En esta corriente, los hombres serán en algún momento iguales. Están en diferentes momentos de la evolución, pero tienden al mismo fin.
Y bueno, extractos de Los no lugares bajo el título de: Las ultimas transformaciones de la Ciudad. Un resumen del mismo libro. Un trabajo de María Dora Foulkes: El lugar y el no lugar en la utopía de la ciudad privatizada (PDF). Un largo comentario sobre el libro de Augé El sentido de los otros. También una entrevista de Pedro Medina: Marc Augé y la antropología del mundo contemporáneo (PDF). Y como este es un blog, referenciamos a otros blogs: El florido byte posteó no hace mucho sobre la relación no-lugar, creación, internet, blogs. Son dos posts (1 y 2) muy interesantes.
Technorati tags: Antropología, Antropologia, Anthropology, Marc Augé
“Es estúpida la idea de que la multiplicación de los contactos con el exterior es una amenaza contra la identidad, algo que se escucha a menudo”, afirma el etnólogo Marc Augé. “Creer esto presupone que hay una identidad desde siempre constituida así, y nunca fue el caso”, explica el autor de “Hacia una antropología de los mundos contemporáneos” y “Travesía por los jardines de Luxemburgo”, entre muchas otras obras. Para Augé, que prefiere decir que su disciplina es la antropología, ya que, desde su punto de vista, “es como una etnología comparada porque se define empíricamente por el objeto intelectual y no por el tipo de poblaciones que estudia”, siempre ha habido crisis de identidad, individuales y colectivas. “No hay identidad sin la presencia de los otros. No hay identidad sin alteridad”, subraya.
Augé es también el autor de “Los no lugares, espacios del anonimato”, donde observa los aeropuertos y los complejos cinematográficos organizados para olvidar y perder la identidad. Esos “no lugares sin historia que afectan nuestras representaciones del espacio, nuestra relación con la realidad y nuestra relación con los otros”, dice. “La identidad se construye en el nivel individual a través de las experiencias y las relaciones con el otro. Eso es también muy cierto en el nivel colectivo. Un grupo que se repliega sobre sí mismo y se cierra es un grupo moribundo", sostiene este intelectual, de 70 años.
-Su objeto de estudio es la sociedad. ¿Qué es lo que percibe en la sociedad contemporánea?
-Estamos en una sociedad de consumo, que define nuevos modos de individualidad. Se asocia menos a la idea del capitalismo la del individuo emprendedor, a pesar de que esta imagen existe aún. En el nivel de las grandes masas, portarse bien es consumir mucho. El índice de consumo es el índice de salud de un país. El consumo se dirige a individuos tipo, que son la imagen de los consumidores. Tenemos interlocutores ficticios en la televisión, pero que cumplen un papel importante para el consumidor. Hay gente que no soportaría vivir sin tener su cita diaria con el noticiero o con el reportaje del sábado. Esta relación estructura el tiempo.
-¿Cree que es un problema la relación que tenemos con la imagen?
-Pasamos gran parte de nuestro tiempo reconociendo a gente que no conocemos. Es una experiencia sin precedente, inédita. ¿Cuál es el carácter de la relación que hoy podemos tener con estas imágenes, que no son puras invenciones? A diario veo por la televisión a Chirac, Bush o Putin. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Es, a la vez, familiar e ilusoria. El hecho de que este mundo de imagen ocupe una importante parte de mi tiempo hace que me plantee un verdadero interrogante.
-¿Sobre la importancia de la imagen para cada individuo?
-Hay una sobrevalorización constante de la imagen. Los que están en la pantalla tienen una forma de existencia más fuerte, desde un cierto punto de vista, porque millones de personas los reconocen. De ahí el sentimiento de que hay que pasar a través de la imagen para existir. La mejor manera de cautivar a las audiencias es darles la impresión de que pueden estar en la televisión. De ahí el éxito de los reality shows.
-¿Hay que adoptar y querer las nuevas tecnologías?
-Las nuevas tecnologías de comunicación, en cuanto medios, son algo extraordinario, que multiplica las posibilidades. Ahora bien, por su éxito y por los modos que toman en la sociedad de consumo, puede ocurrir que los medios se conviertan en un fin en sí, bajo diferentes aspectos. Pienso que no hay que perder de vista que los medios de comunicación son medios y que las imágenes son imágenes. Pero como vivimos en un mundo donde la realidad está repleta de imágenes, podemos dudar acerca de cuál es el nivel de realidad exacta.
-Usted señala un riesgo inherente al sobredesarrollo de las tecnologías, que es confundir los fines con los medios. ¿Cómo sería posible controlar esa relación?
-Sólo intensificando la relación con los medios y con las imágenes se podrá controlarla. Como ejemplo: si se les enseña a los niños a hacer películas, estarán menos alienados con la imagen, porque comprenderán que es algo que se fabrica. Hay que formarlos no como consumidores, sino como creadores. El nuevo humanismo es eso: formar a la gente para que controle los instrumentos. Formarlos para crear.
-¿Cree en el nacimiento de una "sociedad humanidad"?
-Sí. Se lo ve, por ejemplo, en los acontecimientos que crean efectos de solidaridad: el miedo ecológico, la toma de conciencia de que el planeta es un cuerpo físico. En esto se puede ver un tema que concierne a todos de igual manera. Pero, sin embargo, una sociedad incluye un espacio público, donde la opinión pública pueda expresarse. Este espacio no existe en el nivel planetario.
-¿Internet no ocupa ese lugar?
-Internet constituye este espacio de manera fragmentaria, no de una manera coherente. Lo mismo ocurre, por ejemplo, cuando se realizan manifestaciones "altermundialistas" en oposición a las reuniones del G-7. Estos son esbozos de lo que podría ser una "sociedad humanidad", pero esta sociedad no existe aún. Lo que limita la idea de una "sociedad humanidad" es esta ausencia, o fragmentación, del espacio público.
-La antropología hizo un aporte importante a las ideologías racistas y las prácticas racistas. ¿Cómo lo explica?
-En efecto: la antropología física hizo un aporte, como ciencia, a ideologías racistas. Los nazis medían los cráneos. Pero, desde otro punto de vista, la antropología física actual, la que trabaja sobre los genes, ofrece una conclusión inversa, al mostrar que todos los hombres son, técnicamente, los mismos? En la antropología evolucionista hay etapas: salvaje, bárbaro, civilizado. En esta corriente, los hombres serán en algún momento iguales. Están en diferentes momentos de la evolución, pero tienden al mismo fin.
Y bueno, extractos de Los no lugares bajo el título de: Las ultimas transformaciones de la Ciudad. Un resumen del mismo libro. Un trabajo de María Dora Foulkes: El lugar y el no lugar en la utopía de la ciudad privatizada (PDF). Un largo comentario sobre el libro de Augé El sentido de los otros. También una entrevista de Pedro Medina: Marc Augé y la antropología del mundo contemporáneo (PDF). Y como este es un blog, referenciamos a otros blogs: El florido byte posteó no hace mucho sobre la relación no-lugar, creación, internet, blogs. Son dos posts (1 y 2) muy interesantes.
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5 comentarios:
Mantenerse atento a los nuevos conocimientos es clave: una prueba más de ello, nos la ofrece Marc Augé.
Me ha impactado este estudioso con sus indagaciones y planteamientos.
Amplia mi visión acerca de la existencia en un mundo cada vez más ruidoso, consumista, fragmentario y beligerante. ´
Cyberjuanx, con este post, sin duda creo que entrar a tu blog es
tonificante . Salux.
Gracias Vir, aunque no creas, de vez en cuando me rayo también, o posteo sobre algo que no le interesa a absolutamente nadie.
el tema de los no lugares tiene muchas caras....no se puede observar desde un solo angulo. Si bien se puede considerar a los lugares de flujo, entiendase como autopistas aeropuertos, etc. como no lugares; estos pueden llegar a transformarse en lugares a medida que tengan sobre el individuo un sentimiento de identidad, por ejemplo...como no va a ser un no lugar la autopista para la persona que cobra peaje en ella, que pasa parte de su vida en ella y hay sucesos que hacen que ella vaya tomando una identidad para el.
Esteban, me parece interesante tu opinión, pero tomando el ejemplo de esta persona que cobra el peaje, no existe una retroalimentación con el cliente, como seria por ejemplo un negocio de barrio donde existe un reconocimiento del cliente, en este caso el negocio de barrio entraría a un círculo de la familiaridad en relación cliente y vendedor de servicios, además de que todos estos lugares son iguales, por lo tanto carecen de identidad elemento esencial para la formación de un lugar.
Que bueno encontrarme este fragmento de augé volando por un blog.
lo unico que me deja pensando y algo preocupada es la aparente afinidad de Augé con las teorías evolucionistas...
quedo pensando, si esta escuela de finales del siglo XIX no se ha superado ya, (y el punto final y definitivo lo habia dado Levi-Strauss en su libro Raza e Historia).
Me pregunto, si en realidad Augé tiene una afinidad por el evolucionismo (que está muy mandado a recojer) o será un error de redacción, tal vez, no está la frase completa.... que se yo.
Gracias por postear este tipo de asuntos.
saludos desde Colombia.
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