Se dice que Lima es una ciudad gris, que su cielo es una especie de nubosidad acromática informe y carente de atractivo. He visto días así, cierto, y no puedo negar que muchos de mis viajes albergaban el secreto deseo de contemplar otros cielos, descubrir otros colores en el horizonte, y soñar con miles de estrellas por las noches. Pero quien la conoce sabe que ella guarda sus encantos para quien la ama. A veces cuando la recorro vislumbro fugazmente sus secretos. Como dama de experiencia que es, valora la discreción, pero no deja de lado la coquetería. Esta tarde me llamó y brevemente corrió el velo que cubre su rostro. ¿Así sería el cielo que ella veía?
viernes, marzo 07, 2008
Etiquetas: Lima
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6 comentarios:
Es que el cielo de Lima -como toda ella- tiene a veces tanto colores...
Excelente imagen, mi estimado.
Lima es celosa, solo se vuelve complice tuyo cuando la quieres, antes no....
Por algo Rosa es su nombre, porque para llegar a la flor son inevitables las espinas.
Doc: Gracias. Es cierto... a veces.
Ernesto: Bien dicho, tu a la lejanía lo sabes.
A veces el cielo en Lima es precioso, no siempre, pero esas pocas veces son maravillosas.
Nos leemos.
adso = peregrino
en las noches si hubieran más luces apagadas se verían más cosas también, una vez me llevé una sorpresa en invierno, raro pero la ciudad y su cielo es más raro aún
Oigan, románticos, yo a Lima la he encontrado igual de interesante, intensa, contrapuntual y húmeda... Además, el cielo lleva varios días celeste. A decir verdad, nunca lo he visto "gris, gris" como se empeñan en decir que es y pese a todo, amar...
Esta gente melancólica. Estos artistas disfrazados de analistas. Estos hijos adoptivos de la madre patria...
En fin, saluditos. Preciosa foto.
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