viernes, marzo 14, 2008

Celebración

Cuando la vió en el menú la pidió de inmediato. Al rato se la trajeron. Se entretuvo un rato revolviendo todo con la cuchara mientras pensaba. Luego se entregó a su tarea. Si alguien lo hubiera visto en ese momento habría pensado en un comensal algo tonto. Pero de haberlo observado detenidamente se habría percatado de su intensa concentración, casi como la de un niño en su lúdico menester. Lo que le resultó fácil encontrar fueron la E y la O. Luego sin mucho esfuerzo aparecieron la C y la I. Un problema adicional era no perder lo encontrado, pero con movimientos suaves y calmados se resolvió el asunto. La N se hizo esperar confundida entre muchas M. La L fue la más difícil, pero la descubrió escondida detrás de una E. Luego se puso a ordenar todo, una vez hecho esto lo levantó de una sola cucharada y se lo tomó. Sonreía cuando lo hizo.

2 comentarios:

Nicole Mitidieri dijo...

A ver si entendí: están la C, la I, la N y la O. Cianuro? Lo que no encaja son la L y la E. Asumo que debe ser algún truco tuyo que mezcla el artículo definido en francés, "le", y el sustantivo en español, "cianuro" para darle un toque romántico a tu velada con la muerte.

Esto debería llevar de título "crónica de una muerte anunciada".

Juan Arellano dijo...

Así que eso es lo que quieres para mí... si me acompañas... sería mucho mejor.