Luego de varios relajantes y satisfactorios días pasados en Pasto finalmente llegó el momento de emprender el camino de regreso. Así pues cogí de nuevo mi mochila y en la terminal tomé un bus hacia Ipiales, una vez ahí un colectivo me llevó al puesto fronterizo e hice mis tramites de salida de Colombia e ingreso a Ecuador con bastante rapidez pues no había mucha gente. Casi digo que los realicé sin novedad pero nuevamente (ver acá) un funcionario de inmigración en la oficina ecuatoriana me la hizo al pedirme carnet de la Fiebre Amarilla, así que caballero nomás, a caerse con 10US$. Completados todos los trámites otro colectivo me llevó a Tulcán, ya en Ecuador.
En la terminal de buses de Tulcán, confirmé el pálpito que tenía: había salido muy tarde, debería haber cruzado la frontera en la mañana o al mediodía, sólo había bus a Quito para las 11pm.. y eran las 7pm y alguito más. Pero ni modo, así que compré mi pasaje y fui a cenar, con mucha calma por cierto. Luego sólo me quedó esperar en la oficina de la empresa de buses en la terminal mirando televisión. Poco después de la hora indicada el bus partió y a eso de las 4.30 am estuve llegando a la terminal de buses Sur Quitumbe de Quito. Obviamente a esa hora casi no había oficinas de expendio de pasajes abiertas, por lo que tuve que esperar como una hora hasta que abrió una que vendía en la ruta Quito Huaquillas. Cuando esto sucedió y me acerqué a comprar mi pasaje tuve que reestructurar mis planes: no había salidas para las 6 o 7am, si no para las 7pm. Ni siquiera en otras empresas, así que compré uno para las 7pm mientras pensaba que hacer.
La decisión era obvia, habría que conocer Quito, ya que la ciudad me obligaba, yo no podía negarme. Además, lo que ella me había dejado entrever de si en el camino de ida me había gustado, y donde estaba ahora también. Averigué pues donde podía dejar mi mochila, la dejé, comí una empanada y una coca por ahí (la señora que me atendió me dijo un precio y a la hora de pagar me quizo cobrar el doble, menos mal que no estaba distraido) y a las 6am, me dirigí a la estación del trolebús contigua a la terminal. Un dólar el pasaje hasta el centro de la ciudad. Pagué y de ahí a la explanada donde se esperaban los buses de las diferentes rutas. Al poco rato llegó el que me habían indicado y a pesar que era parada inicial prácticamente conseguí el último asiento. Luego de casi una hora de camino y de consultar si era la estación adecuada, bajé en la estación de la Plaza de Santo Domingo. Lo que pasó entre Quito y yo, se los cuento después. Ahora unas fotitos hasta donde llega la narración.
Terminal de buses Sur Quitumbe, Quito, Ecuador
Trolebús
Plaza Santo Domingo, Quito.
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1 comentario:
qué bonitas tus fotos de Ecuador!
Carondelet tiene un estilo bien peculiar
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