Jueves de reciclaje; éste post fue publicado el 15 de febrero del 2005 en Surfing el Amazonas, y trata sobre trozos de nuestra historia que se van rescatando.
Un excelente artículo de Víctor Coral en el suplemento Dominical de El Comercio sobre recientes publicaciones que dan a conocer nueva información sobre el panteón moche. El artículo es más extenso de lo que se publica acá, así que los interesados por favor leer en su fuente original. Buena también la nota sobre las sacerdotisas.
Tres arqueólogos polacos, bajo la dirección de Krzysztof Makowski (Varsovia, 1952), han desentrañado la compleja y fascinante simbología de "una de las iconografías religiosas más ricas en la historia de las civilizaciones antiguas". Complementa esta investigación los hallazgos que el Programa Arqueológico San José de Moro (1991-2004), auspiciado por la PUCP, ha localizado en el valle de Jequetepeque (La Libertad). Estos últimos descubrimientos, acaban de ser publicados en CD interactivo; el de Makowski, en un volumen bellamente ilustrado. Ambos modifican la percepción de una de nuestras más grandes culturas precolombinas.
Probablemente haya pocas culturas en el planeta cuya iconografía sobrenatural o divina, pero también la guerrera, esté presente prácticamente en casi todos sus productos culturales: frisos, muros, vasijas de arcilla, objetos de oro y plata, tejidos, tapices, en fin. Ese es el caso de la cultura Moche, desarrollada en el norte del Perú durante los siglos I y VII de nuestra era. Los diseños estudiados y clasificados minuciosamente por el equipo comandado por Makowski, permiten diferenciar con claridad entre seres humanos (normalmente guerreros) y divinidades. Los seres sobrenaturales tienen cuerpo antropomorfo pero cabeza de animal o cabellos de serpientes. Se aprecian también rayos luminosos que rodean el cuerpo y alas de aves gigantes.
Los hombres por lo general llevan una suerte de casco, narigueras, orejeras, pectorales, túnicas y una falda ampliamente decorada, a veces adornada con aditamentos de metal y tumis con sonajas. El vestido de las mujeres es más sencillo: túnica larga, ceñida a la cintura, collares, pulseras y orejeras. Llevan también un tocado con borlas o largas plumas en posición vertical, a manera de corona. Aparte de estos tres tipos de seres, se hallan representados otros seres zoomórficos que, siguiendo a Makowski, representan metamorfósis o transfiguraciones de hombres en deidades animales, como dragones, ciempiés o serpientes.
Más allá de esta primera taxonomía, al parecer los tres tipos geográficos del territorio Moche (el litoral marino, el desierto, el valle húmedo) espejea directamente en las figuras que se encuentran en dichos espacios, las cuales son por lo general animales antropomorfos; por un lado cangrejos, camarones, peces y aves marinas; por otro iguanas, perros, zorros y picaflores, propios de la costa, y finalmente felinos como el puma y el jaguar, y cérvidos, habitantes de las zonas altas del valle. Existen incluso plantas -específicamente leguminosas- como frijoles y pallares, que juegan en algunos dibujos el papel de guerreros, lo que lleva a Makowski a pensar que debió existir un mito fundacional o de creación de la humanidad, tal vez debido a que las semillas simbolizan la generación potencial de la vida.
Esta fabulosa diversidad icónica lleva a discutir al arqueólogo polaco si es posible que todas estas divinidades y personajes respondan a un solo Dios, como en el caso del Cristianismo. Luego de discutir cada una de las propuestas de lectura anteriores de la iconografía Moche (Donnan, Hocquenghem, Golte, entre los más importantes), el autor colige que es muy discutible la utilidad de una descripción de la iconografía Moche que no esté comprometida con el contexto cultural de la imagen (aquí la semiología es de gran ayuda) y que eluda los principios de composición tenidos en cuenta por los autores del diseño. Como primera conclusión, bajo estos postulados, Makowski plantea que "el artista mochica hace por lo general un deslinde claro entre lo real y lo sobrenatural poblado por seres híbridos. Solo en las escenas de sacrificio los mortales, sacerdotes y víctimas aparecen al lado de seres sobrenaturales". Más adelante, el autor concluye además que la "relativa unidad" que pueda hallarse en la iconografía moche debe estar basada "en la tradición ritual y mítica compartidas".
Makowski se aparta de la lectura cristianizante que se ha venido dando de la compleja iconografía moche, afirmando una visión dual del mundo, en estados tanto de rivalidad como de complementariedad. Los artistas moche -nos recuerda- "juegan a menudo con el parentesco entre dos ámbitos opuestos, el mar y los cerros: v.g. caracoles de mar y de tierra, arañas de mar y de tierra; caza de lobos marinos v/s caza de venados".
NOTA - Me ví obligado a eliminar los enlaces al texto original pues parece que El Comercio no conserva artículos antiguos. Por la misma razón reproduzco todo el texto que en su momento copié, cosa que no quería hacer de nuevo, pero a falta del original... en todo caso queda establecido el autor y el propietario del texto.
Para quienes deseen mayor información sobre la cultura Mochica hay tres artículos en la Wikipedia en español: Cultura Mochica, Mitología Mochica y Huacas del Sol y de la Luna. En Perú Cultural hay también información sobre la Cultura Mochica. En otros blogs encontramos posts relacionados como: Tesoro Moche recuperado en Londres y Mural de la Rebelión de los Artefactos, ambos de Amautacuna de Historia. Pero debe haber más por supuesto.
La primera imagen de éste post la obtuve de la web dkimages. La segunda de la web Voices: The World Outside my Door.
Tres arqueólogos polacos, bajo la dirección de Krzysztof Makowski (Varsovia, 1952), han desentrañado la compleja y fascinante simbología de "una de las iconografías religiosas más ricas en la historia de las civilizaciones antiguas". Complementa esta investigación los hallazgos que el Programa Arqueológico San José de Moro (1991-2004), auspiciado por la PUCP, ha localizado en el valle de Jequetepeque (La Libertad). Estos últimos descubrimientos, acaban de ser publicados en CD interactivo; el de Makowski, en un volumen bellamente ilustrado. Ambos modifican la percepción de una de nuestras más grandes culturas precolombinas.
Probablemente haya pocas culturas en el planeta cuya iconografía sobrenatural o divina, pero también la guerrera, esté presente prácticamente en casi todos sus productos culturales: frisos, muros, vasijas de arcilla, objetos de oro y plata, tejidos, tapices, en fin. Ese es el caso de la cultura Moche, desarrollada en el norte del Perú durante los siglos I y VII de nuestra era. Los diseños estudiados y clasificados minuciosamente por el equipo comandado por Makowski, permiten diferenciar con claridad entre seres humanos (normalmente guerreros) y divinidades. Los seres sobrenaturales tienen cuerpo antropomorfo pero cabeza de animal o cabellos de serpientes. Se aprecian también rayos luminosos que rodean el cuerpo y alas de aves gigantes.
Los hombres por lo general llevan una suerte de casco, narigueras, orejeras, pectorales, túnicas y una falda ampliamente decorada, a veces adornada con aditamentos de metal y tumis con sonajas. El vestido de las mujeres es más sencillo: túnica larga, ceñida a la cintura, collares, pulseras y orejeras. Llevan también un tocado con borlas o largas plumas en posición vertical, a manera de corona. Aparte de estos tres tipos de seres, se hallan representados otros seres zoomórficos que, siguiendo a Makowski, representan metamorfósis o transfiguraciones de hombres en deidades animales, como dragones, ciempiés o serpientes.
Más allá de esta primera taxonomía, al parecer los tres tipos geográficos del territorio Moche (el litoral marino, el desierto, el valle húmedo) espejea directamente en las figuras que se encuentran en dichos espacios, las cuales son por lo general animales antropomorfos; por un lado cangrejos, camarones, peces y aves marinas; por otro iguanas, perros, zorros y picaflores, propios de la costa, y finalmente felinos como el puma y el jaguar, y cérvidos, habitantes de las zonas altas del valle. Existen incluso plantas -específicamente leguminosas- como frijoles y pallares, que juegan en algunos dibujos el papel de guerreros, lo que lleva a Makowski a pensar que debió existir un mito fundacional o de creación de la humanidad, tal vez debido a que las semillas simbolizan la generación potencial de la vida.
Esta fabulosa diversidad icónica lleva a discutir al arqueólogo polaco si es posible que todas estas divinidades y personajes respondan a un solo Dios, como en el caso del Cristianismo. Luego de discutir cada una de las propuestas de lectura anteriores de la iconografía Moche (Donnan, Hocquenghem, Golte, entre los más importantes), el autor colige que es muy discutible la utilidad de una descripción de la iconografía Moche que no esté comprometida con el contexto cultural de la imagen (aquí la semiología es de gran ayuda) y que eluda los principios de composición tenidos en cuenta por los autores del diseño. Como primera conclusión, bajo estos postulados, Makowski plantea que "el artista mochica hace por lo general un deslinde claro entre lo real y lo sobrenatural poblado por seres híbridos. Solo en las escenas de sacrificio los mortales, sacerdotes y víctimas aparecen al lado de seres sobrenaturales". Más adelante, el autor concluye además que la "relativa unidad" que pueda hallarse en la iconografía moche debe estar basada "en la tradición ritual y mítica compartidas".
Makowski se aparta de la lectura cristianizante que se ha venido dando de la compleja iconografía moche, afirmando una visión dual del mundo, en estados tanto de rivalidad como de complementariedad. Los artistas moche -nos recuerda- "juegan a menudo con el parentesco entre dos ámbitos opuestos, el mar y los cerros: v.g. caracoles de mar y de tierra, arañas de mar y de tierra; caza de lobos marinos v/s caza de venados".
NOTA - Me ví obligado a eliminar los enlaces al texto original pues parece que El Comercio no conserva artículos antiguos. Por la misma razón reproduzco todo el texto que en su momento copié, cosa que no quería hacer de nuevo, pero a falta del original... en todo caso queda establecido el autor y el propietario del texto.
Para quienes deseen mayor información sobre la cultura Mochica hay tres artículos en la Wikipedia en español: Cultura Mochica, Mitología Mochica y Huacas del Sol y de la Luna. En Perú Cultural hay también información sobre la Cultura Mochica. En otros blogs encontramos posts relacionados como: Tesoro Moche recuperado en Londres y Mural de la Rebelión de los Artefactos, ambos de Amautacuna de Historia. Pero debe haber más por supuesto.
La primera imagen de éste post la obtuve de la web dkimages. La segunda de la web Voices: The World Outside my Door.
3 comentarios:
Todo lo moche me interesa...gracias por la nota...
buena reseña.
los moche son lo máximo y cada vez se descubre más frisos
Vaya, los Moche tienen sus fans.
Alejandro: Tengo más por ahí para postear al respecto.
Dino: A mi lo que me llama la atención es su crueldad comparada con las (supuestas) buenas maneras incas.
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