Luego de la crisis ministerial originada por el escándalo de los Petroaudios, que incriminaban a altos funcionarios del gobierno en posibles actos de corrupción, el presidente Alan García no tuvo mejor idea que nombrar a alguien no perteneciente al partido aprista para el cargo de Primer Ministro. El elegido fue Yehude Simon, quien fue recibido con escepticismo por cierto sector político y de la población, sobre todo debido a su pasado presuntamente ligado al movimiento terrorista MRTA.
Hace unos días, y luego de un inicio en funciones bastante agitado principalmente por los actos de protesta en diversas partes del país (ver el post Crónica semanal (29 de octubre al 4 de noviembre) del blog Perú Político, Simon se presentó ante el Congreso de la República para dar a conocer su plan de acción y asimismo solicitar el voto de confianza de los congresistas. Si bien obtuvo dicho voto, ha habido debate acerca de lo que debe y no debe hacer como primer ministro. Algunos bloggers estuvieron opinando al respecto y parece haber consenso en contra de Simon. Empecemos con lo que dice José Godoy de el blog Desde el Tercer Piso en el post Hey, Yehude!:
Post disponible en inglés: Peru: New Prime Minister Faces Skepticism en Global Voices.
Hace unos días, y luego de un inicio en funciones bastante agitado principalmente por los actos de protesta en diversas partes del país (ver el post Crónica semanal (29 de octubre al 4 de noviembre) del blog Perú Político, Simon se presentó ante el Congreso de la República para dar a conocer su plan de acción y asimismo solicitar el voto de confianza de los congresistas. Si bien obtuvo dicho voto, ha habido debate acerca de lo que debe y no debe hacer como primer ministro. Algunos bloggers estuvieron opinando al respecto y parece haber consenso en contra de Simon. Empecemos con lo que dice José Godoy de el blog Desde el Tercer Piso en el post Hey, Yehude!:
Una primera impresión es que Simon aún no se ubica en el rol del Presidente del Consejo de Ministro de un gobierno que se encuentra a la mitad de su periodo. Y es que, por momentos, el mensaje de ayer me sonó a agosto de 2006, cuando Jorge del Castillo exponía las grandes metas a cumplir por el gobierno, muchas de las cuales se han repetido en este mensaje. O al mensaje de un candidato presidencial que pretende hacer grandes cosas para convencernos de que votemos por él en el 2011.Guille de Pueblo Vruto es sarcástico con las metas trazadas por Simon en su post ¿Será verdad tanta belleza?:
Gran escepticismo produce, por ejemplo, el Plan Nacional contra la Corrupción. Mejor dicho, estoy escéptico con que se lleve a cabo. No porque a Simon le falte voluntad, sino porque, ya con la experiencia de lo que fue poner en el desvan a la Iniciativa Nacional Anticorrupción hecha durante el gobierno de Paniagua, esto de crear planes rimbombantes que no se cumplen por la poca voluntad de los Presidentes y de los funcionarios encargados de los controles. Ojo, si se cumple, en buena hora, será lo mejor para el país.
Desarrollo económico: La economía crecerá en 6.9 por ciento como mínimo en los próximos años. La economía crecerá cuatro veces más que la población, lo que permitirá que se concentren mayores recursos para reducir la pobreza. (...) Se reducirá la pobreza a un tercio de la población. Al final de este gobierno, el ingreso per cápita de los peruanos deberá ser el triple que hace una década.Finalmente Francisco Canaza de Apuntes Peruanos es lapidario en sus opiniones en el post Yehude Simon en el Congreso:
Cada familia tendrá su vivienda de 2 pisos con jardín y cochera para dos 4X4. El BCR otorgará préstamos para países subdesarrollados como Estados Unidos o Chile, y el Perú se convertirá en potencia nuclear con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Faltaba más!
a pesar de haber sido designado en medio de una crisis de corrupción, Simon no estableció siquiera una base de trabajo, un marco de políticas para afrontar la corrupción. El mero acto de rechazar las prácticas de corrupción, el pasivo del gobierno del que ahora Yehude Simon es parte, no significa establecer una política clara, para lo que no hace falta un nuevo Plan Anticorrupción sino un claro establecimiento de funciones y de responsabilidadesBueno, en todo caso su labor como Primer Ministro recién empieza y ya veremos si las críticas estuvieron justificadas o no.
Tiene gracia, por ejemplo, que se hable de metas para la reducción de la pobreza pero no se diga siquiera cómo se va a focalizar los programas necesarios para tal fin. O que se plantee recién estudiar las matrices de función de diversos estamentos del Estado a la par que se habla de recién crear un organismo de planificación. Peor aún: Que se hable de incrementar el gasto social, cuando el propio Banco Central de Reserva del Perú señala que el gasto público no debería exceder los propios límites del crecimiento estimado del país, cuyos estimados para el 2009 son menores a los obtenidos este año.
Post disponible en inglés: Peru: New Prime Minister Faces Skepticism en Global Voices.
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