El pasado 20 de enero tres policias murieron debido a disparos hechos por invasores de terrenos en el Santuario del Bosque de Pomac, Lambayeque, cuando se realizaba el desalojo de estos últimos acatando una orden judicial. El hecho obviamente alcanzó de inmediato los titulares de los medios, sobre todo por el hecho que los invasores estuvieran armados (se dice que con AKM) ocasionando pedidos de renuncia del Jefe de la Policía y del Ministro del Interior, sobre todo por el hecho que había informes sobre el tipo de resistencia que opondrían los invasores y que a pesar de eso se envió al contingente policial desarmado.

En la blogósfera peruana el tema rápidamente fue tocado y discutido. Por ejemplo en Lapicero Digital Silvio Rendón dice:

El caso de Pómac es totalmente condenable. Han sido disparos a matar, no muy diferentes a los disparos a matar durante el paro agrario del año pasado. Los policías deben saber que la sociedad está con ellos, que se condena los asesinatos de sus compañeros con la misma dureza con que se condenó el asesinato de los campesinos. ... La primera reacción de los policías al ver a sus compañeros muertos fue reclamar por la defensa de sus derechos humanos. La pregunta a estas alturas es legítima y tendrían que reflexionar muy seriamente sobre el asunto.

En un comentario de este mismo post, el lector Luis Aguirre también blogger, opina relacionando la recurrente campaña del gobierno en contra de las ONG con el reclamo de la policia por la defensa de sus propios derechos y alude a los comentarios del periodista Gustavo Gorritti en un programa local de tv:

El reclamo del joven policia contra las ONG frente a camaras es una de las cosas más impactantes que he visto. Y creo que, de alguna manera, marcará un antes y un después en la percepción de la gente sobre los DDHH. Gorriti anoche en Prensa Libre reconocía que los policias muertos eran "víctimas" y que ellos sin duda tenían derechos humanos, pero colocaba la culpabilidad de estas constantes "humillaciones" en las cabezas de las fuerzas del orden. ... Yo sí percibo mucho "antitombismo" o "antimilitarismo" en muchos discursos pro DDHH (hasta en cosas tan simples como burlarse de los escolares que marchan). ... Por ejemplo, Gorriti será un periodista especializado en estos temas, pero ¿le correspondía a él explicar cómo debe ser la estrategia de un operativo de desalojo en la TV? Por otro lado, también me pregunto de dónde viene el reclamo del policía. ¿De campañas anti-ONG que se dan como parte de su entrenamiento? ¿De los medios? ¿De la interacción con la población civil?

Por su parte Eduardo Villanueva de Casi un blog mk.II incide en el aspecto de la imprevisión del mando policial y ve como tontas las explicaciones del ministro del Interior:

Las denuncias de parte de los policías sobre falta de recursos, hasta el punto de no estar correctamente alimentados, solo complican más el panorama. La responsabilidad de la cadena de mando es muy grande y el ministro debe dar la cara y asumir responsabilidades. No se trata de exigir renuncias por sí mismas, pero si las explicaciones no son convincentes, el sr. Hernani debe volver a su plácido retiro. ... el ministro Hernani le hace competencia de impertinencias a Flores Aráoz, con su comentario sobre Kennedy, y la inevitable insinuación que hay "organizaciones políticas" (léase opositores) tras lo ocurrido. ¿Qué va a hacer, culpar a Chávez? No me queda duda, mejor que se vaya.

Susana Villarán desde su blog simplemente dice No queremos héroes:

Lo ocurrido el martes en el bosque seco del Santuario Nacional del Bosque de Pomac en Ferreñafe es una prueba más de la poca importancia que este gobierno le da a la vida del Policía. El operativo policial para cumplir con una orden de desalojo judicial a invasores que estaban ahí hace ya un buen tiempo, ha costado la vida a dos efectivos más. ... Existen escenarios de riesgo muy graves y la conflictividad en nuestro país se incrementa día a día. Es una responsabilidad política y sectorial y no policial el prevenir los conflictos, identificar su naturaleza, a los actores , sus demandas y expectativas y actuar con madurez en los acuerdos.

Mr. T en su blog Querido pueblo peruano analiza las invasiones como hecho recurrente en nuestra patria en el post El negocio del tráfico de tierras y el asesinato de policías en Chiclayo:

Un terreno que sea propiedad, digamos, del ejército o de la policía. Viene un grupo de pobrecitos con su banderita del Perú y sus esteritas, se plantan y luego comienzan a gritar: "¡Agua y desague, agua y desague!". Porque como son pobrecitos el Estado se tiene que apiadar de ellos y darles terreno mientras que algunos sociólogos salen a afirmar: ¡Ahí está el Capitalismo emergente! ¡Ahí está la nueva burguesía que llegó en los años 50 para quedarse ... El problema es que estos señores invasores NO SON POBRECITOS, de hecho son una red de tráfico de tierras muy bien estructurada. Un negocio especulativo que se vale de robarle tierras al Estado. A ver, supongamos que el Estado cede; entonces el metro cuadrado de tierra puede llegar a multiplicar por diez su precio si se logra el objetivo de instalar agua y desague. Esto no es una humilde invasión sino un anómico mecanismo de mercado que ha venido operando descontroladamente.

Finalmente Javier Fernández de Javi270270: ¿Qué pasa? se siente conmocionado por lo sucedido y hace un recuento de hechos de sangre que involucraron policías en acciones de protestas en el post POMAC: Cuando el Estado es responsable de muertes de policias:

Es una verdadera lastima la muerte de los policías. El brutal video solo pude verlo una vez. Demasiado fuerte y es que he visto muchísimas películas con situaciones simuladas y, en este caso, se cumple que la realidad supera a la ficción.Decidí no escribir en el momento de rabia y frustración (que aun los tengo pues lamento profundamente este episodio). Debo confesar que al ver el vídeo lo primero que salto a mi memoria due el recuerdo de la Marcha de Los 4 Suyos y del Andahuaylazo. Operaciones sicológicas encubiertas y con las que los gobernantes querían lograr ciertos resultados

Mientras tanto los perjuicios producidos por los casi siete años de ocupación de los invasores son incalculables y se cree que los daños a ciertos restos arqueológicos son irreparables, en cuanto al ecosistema le tomará tiempo volver a su estado anterior. Mucho ha tenido que ver en esto la lentitud del poder judicial y tal como infoma El Comercio, aún no se ha desajolado a todos los invasores.

La imagen ha sido obtenida de Coordinadora Nacional de Radio.