Una niñita pasa a mi costado cargada en los brazos de su madre, me mira y llora, justo cuando me acuerdo de estas fotos y que las quería postear a continuación de la de los cocos, te lo cuento y me dices que mencione que yo también soy una especie de Cuco. Te hago caso, como siempre. (Pero no puedo dejar de pensar en la Isla del Coco, que aparecía en una vieja historieta que leí en mi infancia y que me llenó de miedo en su momento con sus relatos de piratas abandonados y tesoros sangrientos.)
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3 comentarios:
No sabía de tristeza, ni de lágrimas, ni nada, que me hicieran llorar (bubububu)... hasta que, hasta que te conocí, vi la vida con TERROR.
Terror... i got fear of losing U.
jajaja
aaaaaah los niños!
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