sábado, abril 09, 2005

Telenovela blogosférica

Eso es lo que me parecen los últimos sucesos en la blogósfera española. Hace unos días reseñaba un debate en el blog de Enrique Dans a raíz de un post que sacó y que fue considerado elitista por varios otros bloggers. Una de las posiciones más críticas fue la del blog No tengo palabras, quien habló de decepción y luego del mal día que tenía por el asunto. De este último post hay ciertos puntos muy interesantes que cito a continuación:

Si algo tiene Internet es que por primera vez pone los medios de comunicación en manos de los individuos. Es así de simple, pero sin la llegada de sistemas de gestión fáciles que permitieran a las personas no tecnófilas participar en la explosión de información, el medio no despegaría. Los blogs significaron precisamente eso: el despeque de la información privada en Internet. De la mano de los blogs, llegaron los RSS y de los trackbacks, confiriéndole al medio una potencia hasta ahora nunca vista.

Además, por aquél entonces descubrimos, que un grupo relativamente pequeño de páginas podían lanzar a otra al número uno de google (google bombing), con lo que llegó la mafia. ... Probablemente, la cosa empezó de forma inocente, eran 4 y se enlazaban entre sí, lo cual es bastante normal, yo también enlazo a mis amigos. Pero después la cosa dejó de ser “normal”. Se trata de un grupo reducido, pero siempre actúan juntos. Cuando alguien disiente o discrepa, se mueven en grupo, insultan al discrepante y después le hacen el vacío. Si tenemos en cuenta que la forma de navegar y descubrir blogs en ese momento consistía precisamente en ir de blogroll en blogroll, resulta que el blogger discrepante simple y llanamente desparecía. Nadie le enlaza, nadie le hace trackbacks, nadie comenta en su página. Y si el osado intenta comentar en otras páginas, le ignoran. Le condenan a la no-existencia.

Y así están las cosas cuando se producen dos fenómenos prácticamente simultáneos, la eclosión masiva de los lectores de feed y el amigo(s) borjamari que se convierte en el azote de propios y extraños denunciando todo tipo de “mal prácticas”, “bodrios” y “traducciones varias”. Por supuesto le condenan a la no-existencia pero los blogrolls de los 4 elegidos han dejado de ser la única vía de conocer otros blogs, así que la cosa pasa a mayores: se producen amenazas de agresiones físicas en varias ocasiones. Y mira tu qué casualidad que es justo en este momento cuando surge el concepto de “blogosfera”, cuando empiezan a producirse las disquisiciones sobre qué es un blog y qué no lo es o de quien es un blogger y quien no lo es. Cómo ya no podemos controlar a través de nuestros blogrolls quien entra y quien no, ahora lo hacemos más sutilmente. Ahora aprovechamos la ventaja que nos proporciona la veteranía para excluir a los nuevos, a los diferentes, a los que discrepan, a los que innovan, a los que disienten.

La blogosfera pretende alzarse como un espacio cerrado, encorsetado en el que sólo algunos son admitidos. Yo no estoy de acuerdo. Nos ha costado demasiados años y demasiado trabajo poder alzar nuestras voces y ser oidos para que ahora venga 4 oportunistas a decirnos sobre qué podemos hablar y sobre qué no, o cómo debemos comportarnos o qué herramientas debemos utilizar para entrar en tan exclusivo club. Simplemente la expresión utilizada de “entrar en la blogosfera” ya me produce escalofríos. Por que si hay que entrar es que tiene puertas y por tanto hay gente que se queda fuera. ¿Y quien decide quien se queda fuera y quien “pertenece”?. Los blogs, son algo demasiado dinámico, demasiado innvador, algo muy valioso porque nos confiere a nosotros los ciudadanos el poder, que vengan 4 a dejar fuera al 90% del personal porque tienen ganas de hacer pasta con sus blogs no es de recibo. No es así como se hace. Se hace teniendo páginas interesantes y útiles, aportando valor a la comunidad.

Casi pego todo el post acá, pero bueno, me parecieron muy de destacar las cosas que señala, sobre todo su versión de la historia de la blogósfera hispana. Y digo "su versión", porque obviamente por más interesante que suene, no estoy ni lejos de poder decir si es verdad o mentira, por lo que me abstengo de opinar y tan sólo cito. De algunas de las opiniones vertidas de hecho se puede disentir, como por ejemplo, lo hace Eduardo de Salidas de Emergencia con lo del poder que otorgan los blogs, disención a la que me aúno por cierto. El asunto es que casi simultáneamente se ha dado el cierre de Bicubic, y muchos han visto cierta relación entre ambas cosas. La verdad yo no veo por donde, en el sentido de que una cosa haya originado a la otra. Más allá de la simultaneidad de los hechos, tan sólo parece que fuera parte de un proceso lógico dentro de toda comunidad, unos se van y otros llegan. Pero ésta es tan sólo mi opinión claro. Eduardo, un blogger chileno, opina distinto en ese punto, en otros coincido plenamente con él, y Borjamari que es quien junta en un mismo post ambas cosas, obviamente pareciera ser de la misma opinión también.

Luego viene lo chistoso, el ya mencionado Borjamari hace acto de contrición en clave de burla y luego vuelve a opinar sobre lo de Bicubic. Y cuando ya parecía que las aguas se habían calmado, No tengo palabras también anuncia su cierre:

La verdad sea dicha, es que me he divertido y he aprendido mucho con esta página. Pero paso de este rollo. Nunca he pertenecido a la “blogosfera” ni quiero pertenecer. Yo no quiero que me pongan etiquetas. Cierro el cuaderno con auténtico dolor, voy a echarlo muchísimo de menos. A vosotros no, porque espero que sigámos viéndonos, en vuestras páginas, en las mías, o en algún otro sitio en el que coincidamos. ... No tengo ni puñetera idea de qué es lo que está hablando borjamari. Es más, cuando escribí ese post que todo el mundo cita como epitafio de bicubic, yo no sabía que Santiago lo dejaba. Y no tengo ni idea de lo que habla borjarmari porque yo no tengo ni arte ni parte en esta historia y se me está utilizando. Y yo, pues como que paso, no quiero estar en ese entramado.

En fin señores, que las personas son algo más que un blog, que ya está bien de intrigas y de políticas palaciegas dignas del renacimiento. Tomaros un kit kat sed felices. ... No me ha echado nadie, me voy por que creo que es lo mejor para mi salud mental. Cuando la blogosfera te atrapa, es el momento de dejarlo. Hay vida después de los blogs :-) Yo paso de dimes y diretes, de historias e historietas. Yo quiero una casa, un curro, un perro y muchos amigos y lo demás…


Vaya, pues la verdad no sé que pensar. De esas cosas que te dejan con la boca abierta. Si alguien tiene una explicación racional a todo esto que lo diga. Tan tranquilo que parecía todo ya.

Ah, me olvidaba hacer el paralelo con la blogosferita peruana. Cosa difícil la verdad, porque nuestro ambiente es muy diferente al español. Pero no esta de más intentarlo, sin pisar los callos de nadie claro. Para empezar podemos decir que acá no hay gurús que valgan, aunque en algún momento uno que otro intentó serlo, la juventud del asunto en nuestro medio, y la avalancha de blogs nuevos que se ha dado en los últimos meses ha evitado este tipo de cosas, nadie puede decir que es el líder de los blogs a nivel nacional, y me parece bien. Tampoco se pone en duda la pertenencia o no a la blogósfera peruana de ningún blogger, por más horrible, insulso, aburrido o pretencioso que pueda parecer algún blog para algunos, igual es parte del asunto. Discrepancias hay, como es normal y se ve en todos lados. Lo bueno es que con eso se aprende. Si dudan, péguenle una revisada a BlogsPerú.

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un onanista compulsivo

Eduardo dijo...

Comprendo que la cosa te deje con la boca abierta. A mí me pasa lo mismo (también soy un recién llegado, llevo cuatro meses en esto). Pero tampoco hay que darle mayor importancia.

Anónimo dijo...

Ahi estamos Eduardo, no tiene la mayor importancia. Y cuando se la das, hay que dejarlo.

Juan Arellano dijo...

Mi intención original era comparar esa parte de la historia de los blogs en España contra la de Perú, pero me emocioné (de ahí el título del post) y salió otra cosa. Probablemente el comentarista anónimo tenga razón ... pajas mentales.

Arturo dijo...

Si, no hay que rasgarse las vestiduras, eh ! sin embargo admiro a aquellos que son consecuentes y tienen la claridad sufieicnte como para delimitar la pasión de la adicción.

Tenemos toda la realidad para seguir explorando no hagamos de la Blogósfera un Shangri-Lá virtual... al menos todavía prefiero la Naturaleza antes que la NETuraleza.

OjO al Texto dijo...

Excelente artículo, Juan. Excelente artículo. Porque entre otras cosas... al mencionar la pequeña comunidad peruana de blogueros ¿no estás en cierto modo poniendo en duda que se puedan delimitar fronteras blogeriles entre países?

Juan Arellano dijo...

Alvaro, creo que el punto que mencionas de tan sobreentendido que es a veces lo olvidamos. Internet no tiene fronteras. Los blogs tampoco. Esa idea es la que posibilita, por ejemplo, el hecho que tu, un colombiano, estes conversando conmigo y con Arturo, peruanos, sobre algo sucedido en la blogósfera española. Sin olvidarnos del amigo chileno que anda por ahí.

En teoría yo puedo hacer un blog, conectarme con bloggers y lectores de todo el mundo y superar así las fronteras impuestas. En la práctica , si bien esto sucede, no es lo más común. Veo que la mayor parte de gente busca establecer relaciones en su propio ambiente y como que desdeña un poco a los que están fuera de él.

En la mañana conversaba con Arturo sobre el tema de este post, y llegamos a la conclusión, nada nueva por cierto, que al final todo es subjetivo. Lo que yo puedo ver como adictivo otra persona no lo verá así. Lo que tu puedas ver como falta de convicción quizás otra persona lo vea como una actitud contemporadizadora (no estoy seguro de esa palabra, je).

Y bueno, al final lo que queda son los hechos, o nuestra obra, y eso es lo que hablará por nosotros.

Arturo dijo...

Efectivamente Juan, todo es muy subjetivo, creo el sentido común nos dicta eso; el asunto es que el ejercicio de la comunicación tiene una zona gris, un limbo que se hace evidente cuando exponemos y compartimos nuestro criterios. Alli es donde chocamos o se producen los roces... eso es inevitable entre los individuos pero a la vez el ensayo frecuente de nuestra libertad de expresión enriquece nuestra tolerancia.
Busquemos igualdad en la conciencia de nuestras diferencias.