La noche en Iquitos es mágica, y eterna. Uno se la puede pasar juergueando días de días, cambiando de ambientes, de compañías, de amores. Pero cada uno tiene sus lugares predilectos. El Noa, El Complejo, La Agrico, etc. No importa el sitio al final, todos tarde o temprano recalan en todos lados y de improviso puedes capturar a la chica de tus sueños donde menos pensabas, o encontrarte con quien estabas buscando urgentemente para cerrar un negocio, o simplemente a los borrachos de siempre que te acompañan hasta las últimas consecuencias, sea lo que sea que eso pueda significar para cada uno.
En el diario Pro y Contra de esta ciudad, dirigido por el siempre atento Jaime Vásquez Valcarcel, se publicó hace poco un artículo elegíaco a propósito de El Noa, la discoteca más popular de esta ciudad. Ciertamente no soy asiduo concurrente allí, aunque de vez en cuando termino en sus predios, pero esto no quita que reconozca la buena atención que se dá en dicha disco y de la cual he podido disfrutar esas pocas veces que he ido. Por eso me ha parecido excelente el artículo en mención y del cual reproduzco a continuación una gran parte.
Entre el cielo y la tierra.
Desde el bermelho hasta el perreo. Desde Marco Heysen hasta Pedro Suárez Vertiz. Desde Julio Campos hasta Jorge Linares. Desde el concurso de mejor disfraz hasta la presentación del libro “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Desde la elección de Señorita Noa hasta la elección de Señorita Odontología. Desde las más apasionadas fidelidades hasta las más escandalosas sacadas de vuelta (¿así se dice, no?). Desde Paco Bardales hasta Leo Alván. Desde Eddie Herrera hasta Betina Alván. Desde el empleado público que chupa su chelita hasta el maderero más despilfarrador que esta tierra conozca. Desde los solteros más codiciados hasta los casados más acosados. Desde los fashion hasta los reds (¿qué será eso?). Desde los abogados hasta los contadores.
El Noa es Iquitos y no se entiende a Iquitos sin el Noa. ¿Me dejo entender?, diría Eloy Jáuregui en medio de una noche de juerga. Uno se siente, ya bordeando los 40 años, como recién salido del colegio cuando un locutor capitalino te dice “el que no se agacha es un pelao” y tiene que hacer esfuerzos de cintura para no quedarse atrás. Y de reojo mira a los de arriba que, también, miran a los de abajo. Y no se siente arriba y abajo, arriba y abajo, como la canción. ¿Qué culebra ha puesto el dueño para que tenga siempre mucha gente el Noa?, se preguntan los patas. Nadie responde. Nadie sabe porque, a pesar de los años y los cambios de administradores, la discoteca sigue concitando la atención de la gente. Confesamos. Sí, confesamos. Nos gusta el Noa y somos adictos al Noa. Nos confesamos adictos.
Van tres años de esta nueva etapa. Hemos visto todo y nada. Hemos visto las broncas más insólitas. Hemos visto los chapes más hipócritas de la vida. Hemos vivido. Hemos disfrutado. Hemos conocido a varias amigas que juraban que nunca más volverían a la disco porque ahí habían sido engañadas vilmente pero a la vuelta de la esquina ya estaban en las mismas escaleras. No sabemos si dispuestas a caer de nuevo en los mismos brazos masculinos. Pero ahí estaban. Hemos visto –¿nos han visto?- a los esposos más infieles tratando de reconciliar. Hemos visto a parejas distintas el jueves, viernes y sábado como si Sodoma y Gomorra existiera en este siglo. Perdición le llaman algunos. Nosotros no nos atrevemos a ponerle ningún nombre. Sólo decimos que es vida. Life, dirán los alienados que son bastantes. Están fuera de contexto exclamará Leo Alván desde su columna ya histórica y la gente seguirá vacilándose. No puedo soportar eso, repetirá una pareja engañada mientras el mismo columnista recibe los dictados de sabe Dios qué duendecillo para lanzar alabanzas a los enamorados del momento.
“Raramente he visitado un sitio como Iquitos que se me antojase tan característicamente como un lugar de ficción, novelesco, capaz de poner en marcha el motor de la imaginación. Es una ciudad un poco infernal, a medio camino de todo, del cielo y la tierra, la vida y la muerte, Perú y Brasil, un lugar que fue rico y hoy es muy pobre”. Palabras salidas de Jean Echenoz, escritor francés que no ha tenido mejor idea que elegir a Iquitos como el lugar para que el protagonista de una de sus obras vuelva a la tierra. Echenoz estuvo en Iquitos y seguramente en el Noa, entre el cielo y el infierno.
Del avión a la disco y de la disco al avión. El Noa, señores, es eso que dice Echenoz: el cielo y el infierno. Claro, según uno vaya a hacer diabluras o santidades. Cualquiera de las dos cosas puede hacer uno con tantas chicas bellas, tantas divorciadas despechadas, tantas mujeres sensuales y tantas muchachas desprejuiciadas que merodean la disco al igual que hombres en igual o peor condición. Nos encontramos, si Dios o Lucifer quiere.
Las fotos que ilustran este post y corresponden a diversos desfiles de modas realizados en la mencionada disco, asi como la de la panorámica interna, han sido obtenidas del mismo sitio que el artículo: el diario Pro y Contra. Las fotos de chicas bailando corresponden al blog The Peru Times (Habla Piranha). La que muestra al local del Noa desde fuera no da idea de cómo se ve por la noche, pero es la única que tengo a mano.
Technorati tags: Perú, Peru, Iquitos, DanceClub
En el diario Pro y Contra de esta ciudad, dirigido por el siempre atento Jaime Vásquez Valcarcel, se publicó hace poco un artículo elegíaco a propósito de El Noa, la discoteca más popular de esta ciudad. Ciertamente no soy asiduo concurrente allí, aunque de vez en cuando termino en sus predios, pero esto no quita que reconozca la buena atención que se dá en dicha disco y de la cual he podido disfrutar esas pocas veces que he ido. Por eso me ha parecido excelente el artículo en mención y del cual reproduzco a continuación una gran parte.
Entre el cielo y la tierra.
Desde el bermelho hasta el perreo. Desde Marco Heysen hasta Pedro Suárez Vertiz. Desde Julio Campos hasta Jorge Linares. Desde el concurso de mejor disfraz hasta la presentación del libro “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Desde la elección de Señorita Noa hasta la elección de Señorita Odontología. Desde las más apasionadas fidelidades hasta las más escandalosas sacadas de vuelta (¿así se dice, no?). Desde Paco Bardales hasta Leo Alván. Desde Eddie Herrera hasta Betina Alván. Desde el empleado público que chupa su chelita hasta el maderero más despilfarrador que esta tierra conozca. Desde los solteros más codiciados hasta los casados más acosados. Desde los fashion hasta los reds (¿qué será eso?). Desde los abogados hasta los contadores.
El Noa es Iquitos y no se entiende a Iquitos sin el Noa. ¿Me dejo entender?, diría Eloy Jáuregui en medio de una noche de juerga. Uno se siente, ya bordeando los 40 años, como recién salido del colegio cuando un locutor capitalino te dice “el que no se agacha es un pelao” y tiene que hacer esfuerzos de cintura para no quedarse atrás. Y de reojo mira a los de arriba que, también, miran a los de abajo. Y no se siente arriba y abajo, arriba y abajo, como la canción. ¿Qué culebra ha puesto el dueño para que tenga siempre mucha gente el Noa?, se preguntan los patas. Nadie responde. Nadie sabe porque, a pesar de los años y los cambios de administradores, la discoteca sigue concitando la atención de la gente. Confesamos. Sí, confesamos. Nos gusta el Noa y somos adictos al Noa. Nos confesamos adictos.
Van tres años de esta nueva etapa. Hemos visto todo y nada. Hemos visto las broncas más insólitas. Hemos visto los chapes más hipócritas de la vida. Hemos vivido. Hemos disfrutado. Hemos conocido a varias amigas que juraban que nunca más volverían a la disco porque ahí habían sido engañadas vilmente pero a la vuelta de la esquina ya estaban en las mismas escaleras. No sabemos si dispuestas a caer de nuevo en los mismos brazos masculinos. Pero ahí estaban. Hemos visto –¿nos han visto?- a los esposos más infieles tratando de reconciliar. Hemos visto a parejas distintas el jueves, viernes y sábado como si Sodoma y Gomorra existiera en este siglo. Perdición le llaman algunos. Nosotros no nos atrevemos a ponerle ningún nombre. Sólo decimos que es vida. Life, dirán los alienados que son bastantes. Están fuera de contexto exclamará Leo Alván desde su columna ya histórica y la gente seguirá vacilándose. No puedo soportar eso, repetirá una pareja engañada mientras el mismo columnista recibe los dictados de sabe Dios qué duendecillo para lanzar alabanzas a los enamorados del momento.
“Raramente he visitado un sitio como Iquitos que se me antojase tan característicamente como un lugar de ficción, novelesco, capaz de poner en marcha el motor de la imaginación. Es una ciudad un poco infernal, a medio camino de todo, del cielo y la tierra, la vida y la muerte, Perú y Brasil, un lugar que fue rico y hoy es muy pobre”. Palabras salidas de Jean Echenoz, escritor francés que no ha tenido mejor idea que elegir a Iquitos como el lugar para que el protagonista de una de sus obras vuelva a la tierra. Echenoz estuvo en Iquitos y seguramente en el Noa, entre el cielo y el infierno.
Del avión a la disco y de la disco al avión. El Noa, señores, es eso que dice Echenoz: el cielo y el infierno. Claro, según uno vaya a hacer diabluras o santidades. Cualquiera de las dos cosas puede hacer uno con tantas chicas bellas, tantas divorciadas despechadas, tantas mujeres sensuales y tantas muchachas desprejuiciadas que merodean la disco al igual que hombres en igual o peor condición. Nos encontramos, si Dios o Lucifer quiere.
Las fotos que ilustran este post y corresponden a diversos desfiles de modas realizados en la mencionada disco, asi como la de la panorámica interna, han sido obtenidas del mismo sitio que el artículo: el diario Pro y Contra. Las fotos de chicas bailando corresponden al blog The Peru Times (Habla Piranha). La que muestra al local del Noa desde fuera no da idea de cómo se ve por la noche, pero es la única que tengo a mano.
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9 comentarios:
Provecho tio, dejaste los complejos y te metiste al Noa, algún día volveré para sacarme el clavo con las charapas.
Crónica interesante, sobretodo las fotos amigo, ja ja ja.
Deberías tener un fotoblog especial para tomas como esas
Jajaja, tendré que sacrificarme y voverme reportero nocturno? je.
el noa es muy buenazoo solo que muy chi pa mi gusto pero la gentita de la p.m. ademas los iquiteños donde sea siempre la hacemos ya sea en el noa complejo agrico coa o en la esquina de tu barrio solo hay que tener ganas naa mas....por seaca mi nombre es pepe y si hay algo asi pasa la voz pe tio
HOLA A TODOS ESPERO QUE SIGA ASI EL NOA NOA...EXTRAÑO MUCHO MI TIERRA Y ADEMAS BAILAR EN LA DISCOTECA BUENAZA...DIVIERTENSE Y BESOS PARA TODOS....PONGAN MAS FOTOS
me encanto,lo maximo , full diversion y la gente de iquitos super amistosas, divertidas y amables.
los quiero y extrano muchisimo.
Espero poder volver por alla pronto.
Alguien sabe cómo es la movida en Iquitos para este añno nuevo 2009? Por fa, avisen, que estoy yendo para allá!
http://noadiscoiquitos.com/chat-noa/
ENTREN CHAT , MUSICA ONLINE Y MUXA DIVERSION , GENTE DE IKITOS Y DE TO EL MUNDO :http://xat.com/noa_noa
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