En su momento recuerdo haber visto bastantes críticas sobre Caballos de Medianoche de Guillermo Niño de Guzmán, la mayor parte favorables. En su momento también, no me llamó la atención siquiera leerlas. Hace unos días, más de veinte años después de su publicación, leí este libro que adquirí en lo que era la feria de libros de la Av. Grau, hará unos diez años ya, cuando uno de mis caseros no tuvo las monedas necesarias para darme vuelto y me lo quemó por dos soles.
Caballos de Medianoche tuvo su primera edición en Lima en Noviembre de 1984, bajo la Colección “Autores Peruanos” de la Editorial Seix Barral, aunque en realidad el libro está impreso en Colombia y tiene el © de Ediciones Andinas S.A., pero eso es parte del problema del libro en el Perú, asunto que no pienso tratar ahora por cierto (Lo que sí, me gustaría saber es cuántos libros de autores peruanos se editaron en esta colección). El libro tiene dimensiones muy parecidas a los de la colección Biblioteca Breve de Seix Barral, y consta de sólo 104 páginas; viene además, y esto se lee en la carátula, con un prólogo de MVLL.
Por la forma como llegó a mis manos, creo que nunca tuve real interés de leerlo, ahí ha estado en su sitio durante años, hasta que buscando un libro de lectura breve di con él, y bueno, decidí intentarlo. Creo que entre los motivos para no leerlo estaba la carátula, francamente fea a mi parecer, y más aún por el hecho que se destacara en ella que estaba prologado por MVLL, como si la calidad intrínseca de la obra no hubiera sido suficiente para garantizar la venta del libro (¿Lo fue? ¿Se vendió? Quien sabe). Entre lo que me animó a leerlo figura el hecho que no hace tanto leí un excelente artículo de Niño de Guzmán sobre Coltrane. Que le gustara el jazz mejoró enormemente la valoración personal que tenía del autor, y aunque en la contracarátula del libro se mencionaba ya que le gustaba dicho tipo de música, la verdad pensé que era un snobismo más. Total, nunca me fío mucho de lo que dicen las contracarátulas.
Caballos de Medianoche es el primer libro publicado de Guillermo Niño de Guzmán y está compuesto por 9 cuentos presentados en tres partes:
I – Caballos de Medianoche
II - El fin de algo
- Good Morning Heartache
- El olor de la noche
- En la vida hay amores que nunca
- Perdido
- Blues de un lunes neblinoso
- Livia
III – Carta a París
Entre cuento y cuento hay una especie de viñeta, alguna mínima, otras más extensas, todas anecdóticas, la mayoría relacionadas con hechos y/o personajes más o menos conocidos, que si bien sirven para bajar un poco el tono ófrico de los relatos, no añaden mucho valor al conjunto en sí.
El primer cuento, que lleva el título del libro, va en un crescendo irreprochable de lo cotidiano a lo trágico. En el segundo: “El fin de algo”, se narra la sórdida aventura de 2 amigos en uno de esos antiguos night clubs de Lima. El siguiente: “Good Morning Heartache” me pareció de los mejores del libro, la historia de una cantante de jazz al borde de la locura. Me quedó la duda de donde estaba ambientado, pero eso es lo de menos claro. “El olor de la noche” es un relato corto que rebosa de soledad y despecho, si cabe la expresión. “En la vida hay amores que nunca” persiste en el mismo tema, la terrible soledad que se siente cuando uno está acompañado por esos cuerpos que se buscan tan sólo para olvidar otro. “Perdido” es otra historia de bares, pero esta vez con jazz, un poco extraña en su argumento, pero muy buena, y casi seguro que no está ambientada en Lima. Con “Blues de un lunes neblinoso” quedan de lado las historias de jazz y centros nocturnos y se nos ofrece la foto de un momento, de una intención, o eso me pareció. “Livia” es un relato diferente al resto, pues en todos los anteriores (salvo” Blues...”) los personajes son solitarios que pasan por los momentos posteriores al fin de una relación y no se nos cuenta mucho sobre el pasado sino sobre la inadaptación a la soledad, en cambio acá la historia trata sobre la relación misma, aunque vista luego de terminada también. Finalmente “Carta a París”, que es una excelente historia ante cuya frase final aún dudo en decidir qué es lo significa realmente.
En mayor o menor medida todos los cuentos me gustaron, bien narrados y sin excesos estilísticos ni de ningún otro tipo. Quizás tan sólo la insistencia de incidir en cada uno de los relatos en el mismo tipo de personajes, pues todos nos hablan de soledad, de abandono, de impotencia, de no aceptación de lo sucedido, así haya pasado mucho tiempo atrás. Claro que se puede decir que ese es el leiv motiv de la colección, y desde esa óptica no hay objección al respecto.
Acá la carátula del libro en la edición del FCE. Para que lean de GNdG, el relato En la vida hay amores que nunca del libro comentado, y el artículo El pasado, el dolor y la muerte sobre México en la literatura mundial. También una nota sobre otro libro del autor.
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Caballos de Medianoche tuvo su primera edición en Lima en Noviembre de 1984, bajo la Colección “Autores Peruanos” de la Editorial Seix Barral, aunque en realidad el libro está impreso en Colombia y tiene el © de Ediciones Andinas S.A., pero eso es parte del problema del libro en el Perú, asunto que no pienso tratar ahora por cierto (Lo que sí, me gustaría saber es cuántos libros de autores peruanos se editaron en esta colección). El libro tiene dimensiones muy parecidas a los de la colección Biblioteca Breve de Seix Barral, y consta de sólo 104 páginas; viene además, y esto se lee en la carátula, con un prólogo de MVLL.
Por la forma como llegó a mis manos, creo que nunca tuve real interés de leerlo, ahí ha estado en su sitio durante años, hasta que buscando un libro de lectura breve di con él, y bueno, decidí intentarlo. Creo que entre los motivos para no leerlo estaba la carátula, francamente fea a mi parecer, y más aún por el hecho que se destacara en ella que estaba prologado por MVLL, como si la calidad intrínseca de la obra no hubiera sido suficiente para garantizar la venta del libro (¿Lo fue? ¿Se vendió? Quien sabe). Entre lo que me animó a leerlo figura el hecho que no hace tanto leí un excelente artículo de Niño de Guzmán sobre Coltrane. Que le gustara el jazz mejoró enormemente la valoración personal que tenía del autor, y aunque en la contracarátula del libro se mencionaba ya que le gustaba dicho tipo de música, la verdad pensé que era un snobismo más. Total, nunca me fío mucho de lo que dicen las contracarátulas.
Caballos de Medianoche es el primer libro publicado de Guillermo Niño de Guzmán y está compuesto por 9 cuentos presentados en tres partes:
I – Caballos de Medianoche
II - El fin de algo
- Good Morning Heartache
- El olor de la noche
- En la vida hay amores que nunca
- Perdido
- Blues de un lunes neblinoso
- Livia
III – Carta a París
Entre cuento y cuento hay una especie de viñeta, alguna mínima, otras más extensas, todas anecdóticas, la mayoría relacionadas con hechos y/o personajes más o menos conocidos, que si bien sirven para bajar un poco el tono ófrico de los relatos, no añaden mucho valor al conjunto en sí.
El primer cuento, que lleva el título del libro, va en un crescendo irreprochable de lo cotidiano a lo trágico. En el segundo: “El fin de algo”, se narra la sórdida aventura de 2 amigos en uno de esos antiguos night clubs de Lima. El siguiente: “Good Morning Heartache” me pareció de los mejores del libro, la historia de una cantante de jazz al borde de la locura. Me quedó la duda de donde estaba ambientado, pero eso es lo de menos claro. “El olor de la noche” es un relato corto que rebosa de soledad y despecho, si cabe la expresión. “En la vida hay amores que nunca” persiste en el mismo tema, la terrible soledad que se siente cuando uno está acompañado por esos cuerpos que se buscan tan sólo para olvidar otro. “Perdido” es otra historia de bares, pero esta vez con jazz, un poco extraña en su argumento, pero muy buena, y casi seguro que no está ambientada en Lima. Con “Blues de un lunes neblinoso” quedan de lado las historias de jazz y centros nocturnos y se nos ofrece la foto de un momento, de una intención, o eso me pareció. “Livia” es un relato diferente al resto, pues en todos los anteriores (salvo” Blues...”) los personajes son solitarios que pasan por los momentos posteriores al fin de una relación y no se nos cuenta mucho sobre el pasado sino sobre la inadaptación a la soledad, en cambio acá la historia trata sobre la relación misma, aunque vista luego de terminada también. Finalmente “Carta a París”, que es una excelente historia ante cuya frase final aún dudo en decidir qué es lo significa realmente.
En mayor o menor medida todos los cuentos me gustaron, bien narrados y sin excesos estilísticos ni de ningún otro tipo. Quizás tan sólo la insistencia de incidir en cada uno de los relatos en el mismo tipo de personajes, pues todos nos hablan de soledad, de abandono, de impotencia, de no aceptación de lo sucedido, así haya pasado mucho tiempo atrás. Claro que se puede decir que ese es el leiv motiv de la colección, y desde esa óptica no hay objección al respecto.
Acá la carátula del libro en la edición del FCE. Para que lean de GNdG, el relato En la vida hay amores que nunca del libro comentado, y el artículo El pasado, el dolor y la muerte sobre México en la literatura mundial. También una nota sobre otro libro del autor.
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2 comentarios:
Hola Guillermo te pido disculpa pero mis ganas de conocer mis origenes pueden mas que mi verguenza por molestarte, espero que me puedas ayudar es que quiero conocer la historia de este apellido que nos une NIÑO DE GUZMAN , espero tu ayuda este es mi email efeta84@hotmail.com
juegate el libro en pdf!!! please
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