Los aficionados a la novela negra, yo entre ellos, sabemos casi de sobra la accidentada biografía de James Ellroy, pero nunca está demás enterarse de otras cosas. En el marco de la Feria del Libro de Guadalajara, México, Enrique Planas lo entrevista en exclusiva para El Comercio, y parece que salió ileso.
A Ellroy le queda chica la sala donde se llevará a cabo esta entrevista. Con su metro 85 de estatura, la cabeza rapada, traje blanco y zapatillas, parece una especie de monje, pero su rostro de hombre de pocas pulgas contradice cualquier imagen beata. El escritor norteamericano más polémico y esperado en la Feria del Libro de Guadalajara visita la capital de Jalisco para presentar su último libro, "Destino: La Morgue", una recopilación de sus últimos artículos publicados en la revista "GQ". En ellos, con su particular estilo sintético y estilizado, el autor de "L.A. Confidential" (en el que se basó el premiado filme 'Los Ángeles al desnudo') deja en claro sus fijaciones: la política estadounidense, el boxeo, los perros, su errática juventud y, por cierto, la violencia, la corrupción y el crimen en la ciudad de Los Ángeles. Me cuidé de no preguntarle por su madre. Pero nadie me advirtió que no tocara temas de política...
"Destino: La Morgue" se inicia con un notable reportaje desde dentro de las convenciones demócratas y republicanas previas a las elecciones. ¿Es verdad que usted odia tanto a Clinton que por ello votó por Bush?
(Con fastidio) Eso no es exactamente la verdad. En el año 2000 sí vote por Bush. Voté por él porque soy conservador y quería que un republicano estuviera ahí para avanzar en esas políticas conservadoras.
¿Volvió a votar por Bush en las últimas elecciones?
(Molesto pero tranquilo) ¿Porqué entre los periodistas extranjeros siempre existe la tendencia de clasificarlo todo en izquierda o derecha cuando hablan con un escritor norteamericano? Para los periodistas, ser conservador es algo horrible. Si quieres saber por quién voté, te lo digo: mi nuevo voto es el no hablar de política.
No se moleste Sr. Ellroy. Me parece muy válida su opción.
Muchas gracias.
Otra historia de "Destino: La Morgue" narra su fascinación por las revistas de escándalo en Los Ángeles. Usted dice: "A los americanos les va el morbo y la adoración, compran por igual la Biblia y los tabloides".
Fueron dos elementos formativos en mi niñez. Hay ciertamente mucha violencia en ambas. Las revistas en su mayoría se interesaban en decirte quién era homosexual, quién se acostaba con un negro, quién tenía el pene más grande .
Finalmente, señor Ellroy, usted tiene una ganada fama de "ogro" con los periodistas, de entrevistado que se molesta rápidamente. ¿El hacer yoga lo ha ayudado en algo?
Eso no es verdad. No soy un ogro y ya no hago yoga. Traté de hacerlo por interés de mi esposa pero nunca me gustó. Soy un buen tipo. Lo que sucede es que luego de hacer 500 entrevistas, a veces puedes perder los estribos.
Solo una pregunta de su vida privada. ¿Es verdad que robaba lencería femenina? ¿Se excitaba con ello?
Sí, eso está en el libro. Tenía veinte años y también era un drogadicto. No me enorgullezco de ello.
A Ellroy le queda chica la sala donde se llevará a cabo esta entrevista. Con su metro 85 de estatura, la cabeza rapada, traje blanco y zapatillas, parece una especie de monje, pero su rostro de hombre de pocas pulgas contradice cualquier imagen beata. El escritor norteamericano más polémico y esperado en la Feria del Libro de Guadalajara visita la capital de Jalisco para presentar su último libro, "Destino: La Morgue", una recopilación de sus últimos artículos publicados en la revista "GQ". En ellos, con su particular estilo sintético y estilizado, el autor de "L.A. Confidential" (en el que se basó el premiado filme 'Los Ángeles al desnudo') deja en claro sus fijaciones: la política estadounidense, el boxeo, los perros, su errática juventud y, por cierto, la violencia, la corrupción y el crimen en la ciudad de Los Ángeles. Me cuidé de no preguntarle por su madre. Pero nadie me advirtió que no tocara temas de política...
"Destino: La Morgue" se inicia con un notable reportaje desde dentro de las convenciones demócratas y republicanas previas a las elecciones. ¿Es verdad que usted odia tanto a Clinton que por ello votó por Bush?
(Con fastidio) Eso no es exactamente la verdad. En el año 2000 sí vote por Bush. Voté por él porque soy conservador y quería que un republicano estuviera ahí para avanzar en esas políticas conservadoras.
¿Volvió a votar por Bush en las últimas elecciones?
(Molesto pero tranquilo) ¿Porqué entre los periodistas extranjeros siempre existe la tendencia de clasificarlo todo en izquierda o derecha cuando hablan con un escritor norteamericano? Para los periodistas, ser conservador es algo horrible. Si quieres saber por quién voté, te lo digo: mi nuevo voto es el no hablar de política.
No se moleste Sr. Ellroy. Me parece muy válida su opción.
Muchas gracias.
Otra historia de "Destino: La Morgue" narra su fascinación por las revistas de escándalo en Los Ángeles. Usted dice: "A los americanos les va el morbo y la adoración, compran por igual la Biblia y los tabloides".
Fueron dos elementos formativos en mi niñez. Hay ciertamente mucha violencia en ambas. Las revistas en su mayoría se interesaban en decirte quién era homosexual, quién se acostaba con un negro, quién tenía el pene más grande .
Finalmente, señor Ellroy, usted tiene una ganada fama de "ogro" con los periodistas, de entrevistado que se molesta rápidamente. ¿El hacer yoga lo ha ayudado en algo?
Eso no es verdad. No soy un ogro y ya no hago yoga. Traté de hacerlo por interés de mi esposa pero nunca me gustó. Soy un buen tipo. Lo que sucede es que luego de hacer 500 entrevistas, a veces puedes perder los estribos.
Solo una pregunta de su vida privada. ¿Es verdad que robaba lencería femenina? ¿Se excitaba con ello?
Sí, eso está en el libro. Tenía veinte años y también era un drogadicto. No me enorgullezco de ello.
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