El domingo leí en La Republica un artículo muy interesante de la conocida Naomi Klein sobre porqué va a votar por Kerry y no por Bush, su duda venía del hecho de que le parece que en el fondo los dos son lo mismo. Sin embargo, ha descubierto que el quitar a Bush del ambiente político elevará el nivel de la discusión al eliminar lo que ella llama "patologización" de la presidencia. ¿Y como llego a esto? cuando tuvo en sus manos Bush in a box, una especie de juego, donde a un Bush de cartón se le van colocando globos con las tan famosas frases que se le atribuyen.
El artículo original de la Klein se titula Ditch the Distraction in Chief y lo enlazo desde The Nation, la versión traducida mas completa me parece que fué la de La República, que no se encuentra on line. Una versión reducida es la que publica el diario argentino Clarín. A continuación un par de extractos.
Me uní al sector de Cualquier cosa menos Bush. Fue "Bush en una caja" lo que me convenció. Se trata de una silueta en cartón del presidente de Estados Unidos, con una serie de globos de discursos que se adhieren al cartón. Las frases son típicamente bushianas: "¿Está aprendiendo nuestros niños?" "Ellos me malsubestimaron". Se vende en Wal-Mart y está fabricado en Malasia. "Bush en una caja" permite resumir el nivel de análisis que hace estos días la izquierda. Ya se conoce el tema: la Casa Blanca ha sido capturada por una banda de fanáticos o tontos. Basta votar por Kerry para que el país recupere la salud mental. Pero los fanáticos en la Casa Blanca no están ni locos ni son estúpidos. Por el contrario, sirven a los intereses de las corporaciones que los pusieron en sus puestos.
Esta locura debe terminar, dicen. Y la forma más rápida es elegir a John Kerry, no porque vaya a ser un presidente diferente sino porque en muchas áreas —Irak, la guerra contra el narcotráfico, el conflicto entre israelíes y palestinos, el libre comercio, los impuestos a las corporaciones— será tan malo como Bush. La principal diferencia será que aun cuando Kerry continúe con esa política brutal parecerá inteligente, sano y aburrido. Es por eso que me uní al sector Cualquier cosa menos Bush. Sólo si conseguimos en la Casa Blanca un tipo aburrido como Kerry podremos poner fin a la patologización de la presidencia y volver a concentrarnos en los temas que tienen importancia.
martes, agosto 31, 2004
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