Gabriela García Calderón es quizás la traductora estrella de Global Voices en español, su presencia y colaboración es diaria en nuestras publicaciones y por si fuera poco se da tiempo para escribir en su blog personal Seis de enero. Una fresca mañana limeña nos encontramos para tomarnos unas bebidas y charlar sobre diversos temas. Aquí el resultado.
Hola Gabriela, empecemos con una curiosidad mía, siendo abogada de profesión ¿cómo así se te ocurrió incursionar en otras áreas, tales como la traducción?
Hace poco más de un año y medio, después de casi 14 años de ejercer exclusivamente como abogada independiente, tenía ganas de probar otras cosas adicionales haciendo uso de mi tiempo libre. Entre las profesiones que barajé al terminar el colegio estaban el Derecho y la Traducción. Finalmente opté por el Derecho porque desde los 8 años soñaba con ser diplomática, cosa que al final no se dio. Pero los idiomas siempre me atrajeron, y nunca me dejaron del todo esas ganas de pasar un texto de un idioma a otro para hacerlo disponible a otras personas.
Nunca lo había pensado hasta ahora, pero veo que tanto la Traducción como la Diplomacia son profesiones que tienden puentes entre las personas, que tienen que ver con combinar las características de diferentes culturas, naciones y modos de vida. Lo de la Diplomacia vino por una amiga polaca que hice a los 8 años, la hija de un funcionario de la Embajada de Polonia en el Perú con la que nos hicimos muy amigas. La misión de su papá terminó a comienzos de los 80, y le perdí la pista. Años después el papá regresó como embajador. No sé cómo me atreví a llamarlo para preguntarle por su hija, ¡todo un embajador!, pero él se acordaba perfectamente de mí. Me dio los datos de mi amiga en un castellano perfectamente pronunciado, y la redescubrí después de muchos años.
¿Y cómo así esa inquietud de la que hablas se canalizó hacia Global Voices?
Al comienzo lo que me interesaba más era hacer labor de traducción antes que otra cosa, como una actividad alterna y diferente a lo que había venido haciendo en los años anteriores, sin dejar el Derecho. Poco a poco me fui dando cuenta de que era una manera de tener contacto con la vida en otros lados, con la vida cotidiana en otros contextos en donde se tienen en cuenta cosas que en nuestro medio ni se nos ocurren. Por ejemplo, las festividades en el mundo musulmán, fue importante darme cuenta de fechas que para otros son tan importantes mientras que acá casi ni las conocemos. Esos testimonios cobran más valor cuando vienen de las personas comunes y corrientes, que en sus lugares de origen pasan mil y una experiencias que equivalen a las quejas de los limeños por la proliferación de los rompemuelles por ejemplo. Desde eso hasta leer testimonios directos de lo que fueron los bombardeos en Gaza.
Y mi vinculación con GV empezó de la manera más casual: un sábado de noviembre de 2007 estaba leyendo el periódico y veo una nota que dice “si quieres unirte a este proyecto de traducción, envía un mail a Juan Arellano”. Ese mismo día ya tenia una cuenta abierta en GV y estaba aprendiendo cómo editar los textos. De ahi, a seguir nomás.
¿Cuál era tu experiencia previa en traducción? ¿Te resultó muy diferente a lo que habías hecho anteriormente?
En los últimos años había hecho traducciones ocasionalmente, siempre a amigos de mi familia, pues profesionalmente no soy traductora. Por eso tenía que ser con personas que me conocieran y que confiaran en la capacidad de alguien que no se dedicara profesionalmente a la traducción. Hasta tengo completa la traducción de un libro sobre el Papa Juan Pablo II, del italiano al castellano. El autor, un periodista polaco antiguo corresponsal polaco en El Vaticano (actualmente de regreso en Varsovia), me dio la autorización para traducirlo. Eso fue a los pocos meses del fallecimiento de Juan Pablo II.
Por supuesto que esto es muy diferente. Primero porque los textos de GVO son de personas comunes, los que llamamos ciudadanos de a pie. La voz de los que no tienen voz, hijos de vecino que cuentan cómo ven afectadas sus vidas por asuntos cotidianos a veces, otras no tanto, y que se plasman en un sitio web de alcance mundial. A veces leo en las notas en los diarios sobre hechos que he traducido, de temas que en los países en que han ocurrido han sido noticias de primera plana. Segundo, porque me parece algo fascinante poder leer la opinión de una trinitense que cuenta del algo tan simple y a la vez significativo como es el amor que tiene por su abuela, o del ciudadano chino y sus impresiones sobre los 20 años de los acontecimientos de Tiananmen.
Y la mejor parte es que he llegado a establecer amistad virtual con personas que he conocido gracias a estas traducciones. Una de ellas es Coffeewallah, de Trinidad y Tobago, precisamente quien nos contaba del amor hacia su abuela, que hasta me dedicó un post. Eso fue muy emocionante para mí, pues no me lo esperaba y me quedé con la boca abierta conforme iba leyendo su texto. Otra es Mariyah, que escribe desde Siria, y a cuyo blog llegué por una traducción de un post en GVO.
¿Antes de involucrarte con GV no tenías mucho contacto con cosas como la web 2.0 o la blogósfera?
Efectivamente, de la web 2.0 habia escuchado muy poco. Honestamente, hasta ahora no entiendo muy bien qué es. Sobre la blogósfera, leía regularmente algunos contados blogs en los que comentaba. Pero de ahí no pasaba. Es más, creo que ni siquiera conocía el termino blogósfera. Al comienzo me parecía una especie de club cerrado, exclusivo, al que los lectores teníamos acceso pero nada más, teníamos voz sin voto. Después de un tiempo pude notar que la blogósfera se nutre de la retroalimentación de blogger-lector y lector-blogger, y muchas veces de la retroalimentación entre lectores que entablan diálogos a través de los comentarios que dejan. Por eso no entiendo qué sentido tienen los blogs que no admiten comentarios, los bloggers que no contestan los comentarios y los que censuran a los que comentan cosas que no les gustan. Como en todo, hay de todo un poco.
Al tiempo de estar en GV en español fuiste “animada” a tener tu propio blog. ¿Cómo te sientes al respecto ahora?
Al muy poco tiempo, si, fui “animada” porque lo que traducimos acá son básicamente blogs. Al comienzo tuve una especie de pánico escénico: tenía el blog abierto pero sin publicar nada. Sentía que a nadie, o que a muy poca gente, podría interesarle una anécdota tan simple como el señor que vende churros en una esquina de Lima. O de los recuerdos que tengo de gente infinitamente querida que ya no está, o de las simples historias simples de las que a veces hablo. Juan Arellano, nuestro editor, dijo que no pretendiéramos escribir sobre temas complicados. Por lo menos, no al comienzo. Que lo mejor era comenzar con el tema que mas conocíamos, es decir, nosotros mismos. Que poco a poco nos iríamos soltando. En mi caso, así fue, aunque tengo decidido no tocar temas de política porque para eso estan los entendidos.
Ahora que menciono el post del señor de los churros en Miraflores, cuento lo que me pasó a raíz de ese post. Yo lo publiqué en marzo de 2008, y en junio de ese año recibí un comentario de una peruana que vive en Argentina que me contaba que llegó a mi blog de casualidad pues había estado buscando el blog de una amiga suya, argentina de Córdoba, que también habia escrito un post sobre el mismo señor que vende churros en Miraflores. Que nadie me diga que la blogósfera no es un pañuelo, resulta que esta peruana que vive en Argentina, que tiene un blog muy bueno sobre cocineros mediáticos, es hija de un señor de Nauta. Mi mama es de Yurimaguas, y conocía a una hermana de este señor, que habia vivido en Yurimaguas. Fue sorprendente saber que las primas de esta blogger peruana que vive en Buenos Aires, habían jugado y hecho travesuras de chicas con una tía mía en Yurimaguas.
Como se puede ver, mi blog, Seis de enero, también me ha permitido trabar amistades que jamás hubiera soñado antes. Si quien me animó a abrir el blog me lo hubiera dicho, no se lo hubiera creído. Cuando el e-mail desplazó al correo real llegué a pensar que esa emoción de recibir noticias del otro lado del mundo se había perdido. Aunque no es exactamente lo mismo, la emoción sigue estando presente.
¿Recomendarías a otros a iniciar un blog?
Por supuesto que si, es más, les diría que no dudaran ni por un segundo. Es una manera impredecible de expresar ideas, de relacionarse con las opiniones y experiencias de otras personas. A veces sirve para descubrir verdades de uno mismo que de otra manera nunca hubieran aparecido. Ya sea un blog en el que uno cuenta incidentes simples y cotidianos, como es mi caso, o un blog de cocina, que puedo decir que tienen un éxito tremendo, o un blog que hable de política y temas de coyuntura. No importa el tema, no importa que hables de eso o de lo otro, con tal de enforcarse en un tema en el que se tenga conocimientos sólidos. Siempre sin faltar el respeto a nadie. Habrá alguno que no este de acuerdo con lo que digas, pero eso es parte de la pluralidad que nos da la blogósfera.
¿Por qué el nombre Seis de enero?
Simple: es la fecha de mi cumpleaños. Fue lo primero que se me ocurrió cuando decidí que los temas que trataría girarían en torno a mis experiencias. Cuando estaba registrando el nombre se me cruzó por la mente que tal vez ya otro lo habria registrado antes. Felizmente no fue así.
¿Y la experiencia en GV piensas que te sirve de algo en otros planos?
Claro que me sirvió. Aunque en verdad lo que aprendía en uno lo aplicaba en el otro. Recuerdo que al comienzo en GVO huía de los posts con videos, simplemente porque no sabía cómo insertarlos. Hasta que tuve la idea de hacerlo usando el código HTML, que es lo que uso cuando el post elegido tiene muchas imágenes pues se me hace más fácil. Creo que eso, que para mí es mi mayor logro, no lo hubiera podido entender si no hubiera tenido el blog. Además, creo que el hecho de traducir constantemente del inglés al castellano me ha servido para aprender mucho más. No se trata solamente de la forma de hablar académica que uno aprende en los libros, de reglas gramaticales y sus excepciones, sino de maneras de hablar más ricas, más del lenguaje coloquial de cada lugar en el mundo, sobre todo los que son de habla inglesa.
¿Por qué crees que un ciudadano común y corriente debería leer GV en español?
Por las noticias del mundo, que todos nos demos cuenta de que en todos lados hay gente con los mismos problemas. O con problemas completamente diferentes a los nuestros, pero que están tan presentes en sus vidas como para nosotros podrían haber sido, en un tiempo que ojalá no regrese, los apagones y los bombazos. Darnos cuenta de que no estamos solos. Que en todas partes hay descontento y aun así los pueblos salen adelante. Que el diálogo es lo mas importante, que hablando se entiende la gente. Que podemos estar en desacuerdo, pero no por eso vamos a desmerecer a quien opina de manera diferente a la nuestra.
Regresando un poco a la primera pregunta, ¿cual es tu especialidad en el Derecho?¿Y cómo ves la situación de los bloggers peruanos frente a nuestra legislación? Digamos, ¿sería fácil para un blogger meterse en problemas legales por postear contra el gobierno o cosas así?
En realidad espero que no. He leído y traducido mucho sobre bloggers en otros países a los que meten en prisión y son maltratados por publicar lo que piesan sobre tal o cual asunto. ¡Solamente por expresar sus ideas!
Creo que el problema puede existir cuando, haciendo mal uso del anonimato, un blogger dedica tiempo y energía a desprestigiar a otras personas sin evidencias. Esa es una herramienta poderosa que puede ser mal usada en las manos equivocadas. Por supuesto que siempre queda la posibilidad de una rectificación, pero muchas veces el daño está hecho y rara vez se repara.
Comentabas que tu familia cuenta con cierta ascendencia de nuestra región amazónica. ¿Cómo ves los sucesos acaecidos allá?
Mi mamá y practicamente toda mi familia materna es de esa parte del Perú. Mi mamá nació en Yurimaguas, precisamente. Desde hace mucho tiempo he tenido la sensación de que la Selva del Perú solamente existe cuando Ecuador la invade. Por hablar de algo puntual, la carretera Tarapoto-Yurimaguas, ahora que está en todas las noticias. Son 130 kilómetros, más o menos. Hasta hace algunos años, era una vía, un simple camino. No podía ser que se necesitaran 6 horas para recorrer ese tramo. Sé que ya hay una carretera hecha (después de haberme pasado casi la vida entera escuchando que era la próxima obra) y que la distancia se recorre en dos horas más o menos.
No puede ser que en toda esa enorme extensión terrtorial, tan inmensamente rica en tantos recursos, casi no haya aeropuertos, los caminos estén quién sabe en qué condiciones, las poblaciones estén casi completamente aisladas y que los servicios sean muy precarios. Volviendo a Yurimaguas, antes había un aeropuerto, pero lo cerraron porque su pista de aterrizaje es muy chica y ya no pueden entrar aviones. Y así se quedó la cosa, a nadie le interesa hacer nada por conectar a toda la población con este lado del país. En los años 70, cuando yo conocí Yurimaguas, había luz solamente por horas. Siempre he sabido que durante la época de oro de la explotacion del caucho, las familias mandaban a estudiar a sus hijos a Europa. Asumo que una de las razones es que el viaje a Lima era muy complicado. Mientras que por el Amazonas, salir al Atlántico era visto como algo más factible. De todas maneras, que quede claro que no justifico ningún tipo de violencia, venga de donde venga. Ya decia Gandhi que ojo por ojo y todos quedaremos tuertos. Pero ya lo dije antes, los temas de política se los dejo a los entendidos.
¿Algo más que agregar de tu parte?
Que me siento muy cómoda de ser parte de esta maravillosa comunidad, que me ha hecho conocer a mucha gente dedicada e interesante. Lingua, GVO y todos los otros proyectos les dan voz a los que normalmente no tienen un canal para expresar y compartir sentimientos, ideas, opiniones, pensamientos, molestias, injusticias, alegrías y penas.
Muchas gracias, GVO.
Gracias Gabriela.
Pd - Para aquellos que deseen oír nuestras voces, incluyo un pequeño podcast con saludos de Gabriela para los lectores de Global Voices Online.
La foto en este post es de Isabel Guerra y ha sido usada con permiso.
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1 comentario:
Me sorprendió mucho ver mi nombre en este post.
¡Feliz día del traductor!
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