miércoles, junio 30, 2004

Burocracia

Hay un gato que vive en la oficina, siendo éste un edificio público, parece extraño. Anteriormente había visto las huellas de sus patitas en los papeles que quedaban encima de mi escritorio o en el de algún otro. Pero como no dejo ningún documento oficial a mano no ha habido mayor inconveniente.

Sin embargo desde la semana pasada la gata ha decidido visitarnos por las mañanas. A eso de las 10 u 11 AM, llega no sé de donde y hace una revisión de las cajas que usamos como tachos buscando que comer, atraída imagino por los restos de lo que desayunan algunos trabajadores. La verdad se le vé flaca y al tocarla siento sus huesos a flor de piel. Luego de su diaria visita desaparece hasta el día siguiente. Nadie le molesta, nadie le hace mucho caso tampoco, hasta podría ser una contribuyente más.

No hay comentarios.: