Es muy probable que ud, amigo lector, conozca Global Voices. Acceder a GV es sencillo, usted puede hacerlo vía la url globalvoicesonline.org o si prefiere leernos en español vía es.globalvoicesonline.org . Pero Global Voices es más que un sitio web, es entre otras cosas una vibrante comunidad online de voluntarios con los más diversos intereses y perfiles: bloggers, traductores, emprendedores, activistas, geeks, y demás personas que disfrutan lo que hacen y sobre todo disfrutan juntarse para compartir todo lo que pueden. Esta oportunidad de encontrarse físicamente sólo sucede una vez cada dos años, por lo que durante esos días mágicos, en lo que se conoce como el Global Voices Summit, los miembros de la comunidad GV realmente duermen muy poco y más se la pasan conversando, sentados alrededor de unas cervezas o unos cafés y lógicamente conectados a sus laptops, netbooks y/o celulares, a veces a más de uno de estos cacharros a la vez.
Quienes no son parte de GV y asisten a estas reuniones pueden dar fe de lo dicho anteriormente pero a la vez quedan intuyendo cómo se maneja este pequeño babel de idiomas, ideas y propósitos sin que la visión de GV se pierda en ese maremagnum de distintas tendencias. Algo de eso, es lo que Andrew de Engage Media cuenta en un reciente artículo suyo a propósito del reciente Global Voices Summit realizado en Santiago de Chile entre el 6 y el 9 de mayo. “La conferencia demostró impresionantemente cuan bien Global Voices ha construido una gran comunidad en línea” y además reflexiona: “Aún estoy preguntándome cómo se da el gobierno en Global Voices, me hubiera encantado ser una mosca en la pared durante los 2 días de sesiones internas que tuvieron luego de la conferencia.”
Bueno Andrew, yo te lo contaría… pero ya Ethan Zuckerman, uno de los cofundadores de Global Voices ha escrito un post que tiene mucho que ver con esto y con otros temas también: Global Voices: Love and money. En su post Ethan comenta que a su modo de ver el tema del GV Summit fue “¿Amor o dinero?” referido al problema del internet multilinguístico, el cómo enfrentarlo, el cómo GV es pionero en esto y las paradojas que surgen al pensar en si es factible aprovechar económicamente esto: “son miles de personas las que producen el contenido que se muestra en un mes en Global Voices, y sólo un par de docenas reciben una compensación económica. … Pero mucha de la compensación se da en amor, no en dinero. La gente trabaja para Global Voices porque es una oportunidad de representar a su comunidad ante el resto del mundo … Lo hacen porque se han enamorado de la misión, o de la gente detrás del proyecto, o de la alegría de hacer algo más significativo de lo que hacen todos los días en sus trabajos.”
Esto no es lo único que Ethan dice, él pone un ejemplo práctico de cómo son tomadas las decisiones dentro de GV: “Yo había estado interesado en la idea de lanzar un servicio de traducción de GV por que pensé que daría oportunidades a nuestros talentosos y subcompensados traductores de hacer dinero usando sus habilidades. Varios traductores rechazaron la idea – ellos traducen para GV porque están fascinados con el contenido, porque disfrutan poder escojer en qué trabajar, porque son capaces de tomarse un tiempo para hacer una labor cuidadosa, minuciosa, amorosa. Añadir dinero a esa ecuación podría –quizás– estropear lo que funciona.”
Ethan prosigue mencionando el caso de GV en italiano que llegó a un acuerdo económico con un diario local para que publiquen contenido de GV. “Estaba emocionado con oir más sobre este trato” Sin embargo: “Otros miembros de la comunidad no estuvieron de acuerdo. Al ofrecer nuestro contenido a los periódicos ¿No estamos dejando que los diarios despidan más gente que se dedica a coberturas internacionales? ¿Es justo que una organización que se maneja por dinero se apoye en contenido producido por una organización que se maneja principalmente por amor? Excelentes preguntas. GV escogió la más liberal de las licencias Creative Commons porque queríamos que otros medios de comunicación tuvieran tan pocas barreras de entrada como fuera posible si es que querían usar nuestro contenido.”
“¿Fue esa la decisión correcta? No lo sé. Mientras más de cerca miro a Global Voices a través de los lentes del amor y el dinero, más cuenta me doy que no lo sé.” Ethan compara este desconocimiento con el que tiene frente a su auto, del cual abre la tapa del motor y no comprende cómo funciona y se siente reluctante a tocar algo. “¿Hay una física organizacional de amor y dinero que pueda ser descubierta y documentada? … ¿O son el amor y el dinero efectos cuánticos, donde la experimentación y la observación cambian los fenómenos subyacentes? Es tanto lo que no entiendo. Y entonces cierro la tapa y ruego que siga funcionando.”
Puede parecer extraño que uno de los fundadores de Global Voices diga que no comprende cómo funciona su organización. Es indudable que nadie mejor que él para saberlo, pero creo que Ethan se refiere principalmente a la dinámica interna de la comunidad que puede, y de hecho ha logrado, llevar a la organización por caminos distintos de los planeados por sus creadores. El ejemplo más patente es Lingua. Nadie en GV planeó que a partir de nuestro sitio principal en inglés surgieran 17 versiones en diferentes idiomas y que haya otras 12 en diferentes etapas de desarrollo. Esto fue iniciativa de la comunidad de GV, y entendiendo comunidad en un sentido más amplio del que hasta ahora le hemos dado acá, pues incluye a los lectores/usuarios de la web.
Una de las discusiones internas más interesante, compleja, difícil, pero enriquecedora a la vez fue ¿adivinan? …la de Lingua. Sólo nos pusimos de acuerdo en que no puede aplicarse un mismo esquema de desarrollo a todos los equipos lingua. Ahh… pero tendrían que haber presenciado el debate. La inventiva, la energía, la pasión derrochada por cada uno de los participantes en esas sesiones me resulto absolutamente inspiradora, y me hizo decirme a mí mismo lo que el buen, y espero que ya no tan confundido Gaurav Mishra escribe: “esto es a donde perteneces”. Finalmente de eso es de lo que se trata una comunidad ¿no?
Este artículo apareció primero en la web Periodismo Ciudadano y luego fue re-publicado en inglés en el blog del Global Voices Summit.