lunes, julio 20, 2009

Fe

El perro salta tras las palomas, una y otra vez, incansable. Cuando éstas vuelan se las queda mirando con lo que sospecho es una sonrisa en su expectante hocico. Luego se agazapa y cuando regresan, corre de nuevo tras ellas, felíz, confiando que un día él también podrá volar.


Imagen de Nip it in the bud.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás a veces nos falta albergar la esperanza que tiene el perro.

Certeras palabras,

Abrazos,

Cati.

Gabriela dijo...

Simpática simbiosis: el perro salta feliz hacia las palomas que vuelan, las palomas vuelan felices hacia el perro que salta.