miércoles, julio 29, 2009

De sueños y esperanzas

Cuando de una forma inusual dos personas amigas te hacen leer sus escritos y descubres que hay una conexión entre ellas, lo menos que puedes hacer es dejarlo patente por algun lado. Hace unas cuantas noches me pasó eso y éste es ese lado.

Primero los hechos. Cati Restrepo de Cosas del Alma me dejó un post antiguo de ella para leer: Se espera:
Cuando yo era aún muy niña soñaba. Soñaba que viajaba en un avión y en otro, que conocía este y aquel país, que hablaba cantidad de idiomas, y que mis satisfacciones estaban dadas del ir de un lugar a otro mostrándole a los demás que se nos ha olvidado lo más importante: Ser humanos. [...]

Hoy en día las cosas no han cambiado mucho. Aún sueño. Sueño que voy de un país en otro y que no existe nada por lo cual preocuparse. Solo por la preservación de los lazos de sincera amistad y aprecio. [...]

Oh Pandora, no dejes escapar lo único que hoy permanece: La esperanza. Tampoco dejes que por esas cosas que pasan pierda la valentía de seguir luchando.

Al leerlo recordé que Isabel Guerra de Las Burbujas Recargadas tan sólo unas horas antes me había hecho leer también su post Radio Nostalgia… y algunas meditaciones:
¿Qué le pasó a esa chica llena de sueños e ilusiones? ¿Creció, se quedó igual, se fue, está oculta dentro de mí? A veces la extraño tanto…

¿Y a mí, qué me pasó? ¿Maduré? ¿Tanto he cambiado en verdad? ¿De verdad me hice fuerte, o simplemente dejé que la vida me curtiera a punta de golpes, igual como los curte a todos? [...]

Felizmente, haciendo un balance, no me disgusta ser como soy ahora. No me imaginaba esto cuando era chiquilla, pero estoy conforme con lo que me ha tocado. El viaje ha sido interesante, lleno de sorpresas… y todavía siento curiosidad por ver qué me aguarda en la próxima esquina.

Todos necesitamos un sueño. Y si no lo tenemos, nos lo inventamos para seguir adelante. Porque así es la naturaleza humana, y porque de tanto luchar uno se agota, y necesitamos algo que nos haga recuperar las fuerzas

Y bueno, es de perogrullo hablar de la importancia de nuestros sueños, de mantenerlos. Lo que a veces no nos damos cuenta es cómo muchas veces pasan a un segundo plano por las presiones de la vida, hasta que de pronto, en el momento menos pensado: zas! se aparecen y nos hacen ver que lo que habíamos logrado hasta ese momento no es lo que queríamos, y que con gusto lo cambiaríamos por la ilusión de nuestra juventud. A veces ese momento llega y reorienta nuestras vidas, pero no es lo común, lo que a menudo suele suceder es que nos agarra la nostalgia un rato y luego a seguir como siempre.

Los posts citados tienen la bondad de retratar dos momentos importantes en la vida de cualquier persona, el primero en la juventud, cuando uno está a punto de lanzarse a conseguir lo que desea y esta dispuesto a no dejarse distraer por nada en ese afán, a pesar de las dudas que naturalmente surgen. El segundo, ya en la edad adulta, cuando uno mira atrás y se da cuenta de qué consiguió y qué no, y también ¿por qué no? qué puede aún conseguir.

Quizás no venga al caso decirlo, pero tengo la suerte de conocer personalmente a las dos bloggers mencionadas. De Cati puedo dar fe de su contagiante entusiasmo y tenacidad, y de cómo, a pesar de su corta edad, ya ha logrado muchas cosas que ya quisiera haber conseguido yo a la mía. De Isabel puedo decir que es una de esas personas que aún prioriza los valores y la integridad por sobre lo inmediato y material a pesar de lo dura que es la vida a veces. A ambas se les agradece por sus inspiradores textos.

No todos logramos alcanzar todas nuestras ilusiones, pero qué triste sería la vida si no hubiéramos logrado siquiera algunas de ellas.


La imagen fue obtenida del blog La Mirada de Steki.

6 comentarios:

Gabriela dijo...

Conozco a Cati solamente por su blog, y ese entusiasmo que mencionas es notorio en sus escritos.
A Isabel la conocí personalmente hace muy poco tiempo, y sus posts siempre me dejan dando vueltas por mi mundo interior, me ayudan a reflexionar.
Nunca dejar de lado los sueños es un buen consejo. De eso está hecha la vida.

Jules dijo...

que bonito. yo nunca fui buena para soñar de mi futuro. Creo que me gustan más las sorpresas, pero en el fondo puede ser que resulté más realista de lo que es saludable. Por otra parte, me gustan las sorpresas. No saber qué hay a la vuelta de la esquina en mi vida. Qué podría resultar en un futuro.

Anónimo dijo...

Juan, te odio, me haces llorar :)

Hablando en serio, gracias por la cita, por el comentario, pero por sobre todo por la cálida y sincera amistad (que a esta edad es tan difícil de encontrar) que espero nos una por siempre.

OjO al Texto dijo...

Una bella entrada te has fajado, apreciado Juan. Denota tu agudeza intelectual y sobre todo tu calidez humana.

Anónimo dijo...

Bueno, comparto el comentario de la autora (burbujasreloaded) del maravilloso post análogo: También odio a Juan! jaja

Fue bien bonito que hayas citado ese escrito en especial porque fue de esos escrito que dudé entre el publicarlo y no publicarlo.

Gracias por las descripciones que haces alrededor de este.

Un abrazo grandote,

Cati.

Juan Arellano dijo...

Gracias a todos por sus comentarios.. y chicas: No m odien tanto ps.. jeje.