martes, octubre 26, 2004

Memes en la red

Esta palabrita tiene la mala suerte de sonar raro en castellano, en este idioma nuestro tan globalizado últimamente (con influencias españolas por las traducciones y mexicanas por las telenovelas), suena similar a memo, que significa tonto. Nada mas lejos de la realidad. Los que hayan leido a Richard Dawkins y sus teorias evolutivas expuestas en su libro El Gen Egoísta sabrán de que hablo. "Somos máquinas de supervivencia, vehículos autómatas programados a ciegas con el fin de preservar las egoístas moléculas conocidas con el nombre de genes".

En los albores de la vida, hace unos 4000 millones de años sugieron las primeras células, en determinado momento estas adquirieron la capacidad de copiarse a sí mismas, a esas células les conocemos como replicadoras. Pero ¿donde están hoy esos primitivos replicadores? "No murieron, porque son maestros en el arte de la supervivencia. Pero no se les debe buscar flotando libremente en el mar ; ellos renunciaron a esa desenvuelta libertad hace mucho tiempo. Ahora, abundan en grandes colonias, a salvo dentro de gigantescos y lerdos robots, encerrados y protegidos del mundo exterior, comunicándose con él por medio de rutas indirectas y tortuosas, manipulándolo por control remoto. Se encuentran en ti y en mí; ellos nos crearon, cuerpo y mente; y su preservación es la razón última de nuestra existencia. Aquellos replicadores han recorrido un largo camino. Ahora se les conoce con el término de genes, y nosotros somos sus máquinas de supervivencia".

Sin embargo, hay un nuevo tipo de replicadores que no se desenvuelven en el campo biológico sino en el cultural. Dawkins bautizó a este nuevo replicador con el nombre de meme, (de la raíz griega mimeme -imitación-) y un meme no es más que una unidad de transmisión cultural. Esta unidad puede ser una consigna política, un tema musical, un himno, una forma de vestir, una determinada estética, un chiste... y así como los genes se propagan pasando de un cuerpo a otro a través de óvulos y espermatozoides, los memes se propagan saltando de un cerebro a otro. Cuando introducimos (o nos introducen) un meme fecundo en nuestro cerebro nos lo parasitan, convirtiéndonos en móviles que propagan ese meme, creando réplicas de él. Si el tiempo necesario para que un determinado gen tenga éxito puede dilatarse a varias generaciones, un meme puede establecerse en infinidad de cerebros en un tiempo ridículo si lo comparamos con los genes. Los actuales medios de comunicación pueden hacer que en un sólo día, la mitad de la población del mundo "desarrollado" tenga un meme en sus cerebros, al día siguiente, esa mitad se la habría contado a la mitad restante. Aparte, la existencia real de un meme es mayor que la de un gen individual. Nuestros genes pueden ser inmortales, pero el conjunto de genes que forman a cada individuo tienden a desmenuzarse hasta desaparecer por completo. Lucrecio puede que tenga algún puñado de genes con vida hoy pululando por el planeta, pero sus obras continúan vivas e intactas a través de los siglos. En este aspecto los memes como entidades replicadoras son muchísimo más poderosas que los genes. Una vez que los genes han dotado a sus máquinas de supervivencia con cerebros que crean memes y los propagan, los memes toman las riendas de la situación. Cada vez que escuchamos la radio, leemos un libro, hablamos con alguien, acumulamos memes que para bien o para mal nos condicionan. Sin duda nos condicionan también los genes que portamos desde nuestro nacimiento, pero sólo el hombre es capaz de "condicionar ese condicionamiento" a diferencia del resto de las especies que faltan de esa posibilidad por carecer de previsión consciente, es decir, imaginar en su mente lo que puede pasar en un futuro. (Textos resaltados tomados de este resumen de la teoría del Gen Egoísta).

Pero bueno, demasiada introducción para lo que quería comentarles, que el NYT publicó un artículo sobre los memes en la red. Y es que Internet esta hecho que ni a medida para la propagación de memes. The Web is obsessed with anything that spreads, whether it's a virus, a blog or a rumor. And so the Internet loves memes. The World Wide Web is the perfect Petri dish for memes. Wikipedia, the free collaborative online encyclopedia, calls the Internet "the ultimate meme vector."

Pero el asunto no queda ahí, ya que se habla de memes y sitios de internet donde son el tema principal. A site called memes.org says it tests "new, old and emergent memes that are either being flown as a trial balloon or are sweeping the memesphere, the mediasphere or the buzzsphere.'' In fact much of the site is a grab bag of blogs, quotes and theories about politics and culture. Snopes.com is a clearinghouse of urban legends. Here you can see whether various rumors are true or not. Was Harlan Ellison fired from Disney for joking about an animated porn film? Yes. Can Michael Jackson's phone number be found in the bar code on his "Thriller" album? No. The problem is that many of the street memes posted are not really memes at all. For example, the site posts only one instance of "Business Yo," the figure of a beaten-down businessman stenciled in black on a yellow ground with a rain cloud over his head. Maybe the image could spread on the street, but it hasn't yet. It's a meme wanna-be. Can a wanna-be meme become a real meme? People on the Web are doggedly pursuing this very question right now. Can the spread of memes be stopped? At memecentral.com, run by Richard Brodie, the author of "Virus of the Mind: The New Science of the Meme," visitors learn how to recognize and resist mind viruses - not to be confused with Internet viruses. "These messages all have one thing in common: they contain compelling messages or memes that grab our attention and persuade us to pass them on." The idea of the meme has, itself, become a meme. Spread the word.

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