martes, abril 17, 2007

Dos posts venezolanos


Un par de posts en blogs venezolanos que me llamaron bastante la atención y no puedo menos que bloguear al respecto y hacer un pequeño paralelo de lo que cuentan contra nuestra realidad peruana:

Iria Puyosa de No Suma Cero publicó hace unas semanas el post Web 2.0 en tu comuna donde a partir de la interrogante de si realmente es prioritario trabajar proyectos de comunicación en lugares que se encuentran en estado de extrema pobreza y pasando por la lógica que uno de los factores de la pobreza es el casi nulo acceso al conocimiento y a la comunicación, se nos muestra un par de ejemplos de lo que pueden ser proyectos integrados a la comunidad y que con apoyo de técnicas de la Web 2.0 pueden aún dar más de si:
Dos puentes de acceso a la red ya disponibles para la población de menos recursos: los infocentros y las mini-redes mutuales de acceso a internet vía DSL, que funcionan en los barrios consolidados y en las urbanizaciones populares. Mientras esperamos por las wi-fi metropolitanas o cooperativas.

La web puede proporcionar herramientas para hacer más eficiente el trabajo de los consejos comunales y sacarle provecho en las tareas requeridas por la ley. Estas herramientas también pueden ayudar a atraer a los jóvenes a los comités de trabajo del consejo comunal (al darles la coordinación de tareas para las cuales ellos suelen tener más destrezas que la mayoría de los adultos) y para crear hábito de uso de la internet (más allá de la mensajería instantánea y los juegos en línea).

Luego Iria pasa a describir cómo usando distintas aplicaciones web 2.0 tales como blogs, clones de Digg y otros, se podría lograr una mayor participación de los miembros de la comunidad, involucrándolos en el proceso y haciendo que toda esta tecnología tenga un impacto positivo y tangible en sus vidas.

Realmente muy interesante y desde ya me gustaría saber de iniciativas similares en otros lugares, pero sobre todo si las hay o están gestándose acá en el Perú. Muchos asentamientos humanos donde, por ejemplo hay familias que se dedican en su totalidad a un tipo de negocio podrían sacarle provecho a cosas de este tipo para promover sus productos, y no solo eso claro. En el caso de las comunidades rurales es un poco más difícil pues primero deben tener acceso a telefonía o implementar el uso de la energía solar a mayor escala de lo que ya hay actualmente.


El otro post que quería compartir es de Luis Carlos Díaz, del blog Periodismo de Paz y se llama Crónica de un linchamiento. Es la narración de un suceso real hecha por una blogger que se la pasó a Luis Carlos para que lo publicara en su blog. Aquí una parte:
Ando desbalanceada. Esta madrugada en el edificio diagonal al nuestro lograron capturar a un ladrón de autos. El suceso arrancó con el sonido de una alarma que trajo consigo varios disparos, lanzamientos de botellas y gritos a montón. El malandro huyó por uno de los laterales del estacionamiento, al edificio contiguo, y de éste saltó al espacio de la farmacia de un tercer edificio. Sólo desde nuestro edificio podía visualizarse esta hazaña de escapatoria y fue justamente mi vecina (al ladito de mi ventana) quien advirtió a gritos a los enardecidos, la ruta de escape del ladrón.

Pues pobre hombre. Lo capturaron y volcaron sobre él toda la rabia y el descontrol que producen estos sucesos, la ventaja del número, el poder de la mayoría, del que se siente permanentemente amenazado… finalmente, la ausencia de un Estado que hace rato dejó de importarle el destino de un clase media en su procura de una justicia social que por insuficiente y asistencialista, no resuelve la necesidad ni de unos ni de otros.
El post generó bastantes comentarios que pueden ver en la entrada original, muchos de ellos enfocados en temas como lo indefenso que está el ciudadano común y corriente ante el ataque de la delincuencia, el derecho que nos arrogamos para tomar justicia por nuestras propias manos, cómo estos ciudadanos de comportamiento normal en cualquier circunstancia se transforman en estos casos y asumen una actitud que linda con lo salvaje, las autoridades y el sistema indolentes ante todas estas cosas.

Algo que particularmente me llamó la atención es que esto sucediera en un sector de la ciudad de Caracas que se conoce como de "clase media". Sabemos que estas cosas pasan también en nuestro país, y en la propia Lima, pero asumimos que no es entre nosotros, que es algo que sucede lejos, física y socialmente. En un pueblo perdido en los andes, en una comunidad nativa a 5 días de viaje por río o en un asentamiento humano en un arenal de las periferias de Lima. ¿Pero en un barrio que podría ser el nuestro?

Y no es porque no haya delincuencia en los barrios clasemedieros de Lima, o porque la Policia acá sea eficientísima, creo que tiene que ver con la ideosincracia del limeño, porque nuestra clase media (algunos dicen que ya no existe, pero asumamos que sí) no es de protestar, acepta el maltrato callada nomás. ¿Cuando se ha visto protestas o cosas similares en Jesús María, Lince o Pueblo Libre? Ni siquiera en barrios más populares como La Victoria, El Rímac o El Callao (corríjanme si me equivoco, los últimos años no he vivido mucho en Lima.)

Ojo, no estoy diciendo que deberíamos comportarnos así, no, sólo me estoy preguntando porque no ha sucedido algo así aún acá. Porque la situación social es diferente ciertamente, pero tampoco es "tan" diferente. Claro que los caribeños son un pueblo algo distinto al nuestro, pero tanta es la diferencia? Tan sólo espero no ser ave de mal aguero y no estar pronto oyendo de noticias similares en barrios clasemedieros de Lima. Ah y para reflexionar les dejo este artículo: Los Peligros del Relativismo Cultural de Wilfredo Ardito Vega de APRODEH, una aproximación a lo que no comprendemos de nuestros propios pueblos cuando suceden estos actos de violencia.


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