El tema de la venta al exterior del gas de Camisea sigue causando conflicto social en el Cusco. Luego de la paralización del 17 de junio pasado en varios departamentos del sur del país en contra de dicha venta y de lo dicho por el presidente Alan García en su mensaje a la Nación en el aniversario patrio en el sentido que no se detendría la venta del gas pero que se renegociarían las regalías producto de esta venta, ahora llegan las noticias del paro indefinido que se viene dando en la provincia de La Convención desde hace siete días.

Las protestas se concentran en Quillabamba, capital de La Convención, y en la zona de Echarate, donde se ubican varias estaciones del gas. El fin de semana último se detuvieron a 17 personas que intentaron tomar dichas instalaciones. Debido a esto el gobierno ha declarado el estado de emergencia en la zona, medida que ha sido rechazada por el presidente regional del Cusco. Las 17 personas fueron posteriormente liberadas.

Mientras congresistas y ministros han salido a declarar que estas acciones son parte de la plataforma política de ciertas personas o que se está tomando de pretexto el gas para generar conflicto, los dirigentes regionales rechazaron viajar a Lima para negociar un acuerdo y por el contrario piden que representantes del gobierno se hagan presentes en la zona.

Las opiniones vertidas sobre el tema de la negociación de las regalías hasta al momento expresan cierta suspicacia e incredulidad. Por ejemplo Gladys Pereyra del blog Pizarra Blanca comenta:
Lo que se pretende con esta renegociación es evitar que los peruanos paguemos más que los extranjeros por un gas que nos pertenece. ¿Es esto posible? La propuesta es aumentar las regalías ... y con ello equilibrar el precio nacional e internacional. Eso sí, reiterando siempre que los contratos originales “hayan sido hecho antes” del actual gobierno, el precio del gas para la exportación “no fue adecuadamente planteado” (lo que comúnmente llamamos “echarle el pato a otro”).
Y Jorge Manco de Bitácora del Perú y del Mundo hace otro tipo de análisis y concluye:
En la presente coyuntura política de tránsito político, la izquierda tiene el desafío de asumir un discurso moderno que promueva la inversión privada, facilite la capitalización del país en condiciones equitativas para el Estado, empresas y regiones. De allí, que la negación dogmática a la exportación del gas natural nos haría retroceder a la vigencia de políticas insensatas e irresponsables del pasado, donde “el remedio resultaba peor que la enfermedad”. Por tanto, el gobierno debe con firmeza liberar las reservas del lote 88 de los compromisos de exportación y renegociar los precios y regalías del lote 56.
En el blog Gran Combo Club Silvio Rendón enfoca el tema desde la incapacidad del gobierno para reaccionar adecuadamente ante las protestas:
Recién ayer domingo el gobierno saca un comunicado condenando a los que protestan tildándolos de “dirigentes electoreros”, pues se presentan como candidatos a las elecciones regionales y municipales, con el objetivo, según el gobierno de apoderarse de los recursos “de todos los peruanos”. Hay un campesino desaparecido, aquí.
Finalmente los dejo con el video de Enlace Nacional sobre el lavado de la bandera que la gente de la Federación de Trabajadores del Cusco realizó hace unos días como parte de sus acciones de protesta.


Más noticias se pueden encontrar en los blogs: Sicuani Noticias y Quillabamba Noticias. Por otra parte, este post reproduciendo un artículo de México nos da otra visión del tema: Gas natural de Perú, ¿para México o para Repsol?.

Actualización 13/8 - Una versión más actualizada de este post ha sido publicada en Global Voices en Español: Perú: Protestas en La Convención por el gas de Camisea.


La imagen del post ha sido obtenida de la web de CNR.

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