Siguiendo en Tarapoto, y con pocas posibilidades de tiempo para muchas cosas (pero si para otras), posteo un relato tradicional de esta zona que apareció en el diario La Primera hace unas semanas: El cacique de Kanchiskucha.
Cuenta la leyenda que hace muchos años, antes de la llegada de los conquistadores españoles, existía un vasto territorio entre la Laguna de Pomacochas, al norte del Reino de los Chachapoyas, y la Laguna Saucicocha, al norte del Imperio de los Chankas que, liderados por Ancohayllo, se asentaron en Lamas. Conocido como el Cacicazgo de Kanchiskucha, este territorio, era dominado por un famoso Cacique Mosandero, que gustaba de viajar en compañía de hermosas doncellas con las que compartía, disfrutando románticas aventuras en los más idílicos parajes naturales que le ofrecía la agreste naturaleza de su territorio.
Este cacique, que gozaba de una gran fama en la región amazónica por sus aventuras amorosas con las más bellas doncellas de la época, era padre de una hermosa princesa llamada Ahuashi que constantemente era acosada por los más respetables guerreros chankas que deseaban desposarla. El Cacique de Kanchiskucha, no imaginaba a su hija poseída por varón alguno y sufría con sólo pensar en esa posibilidad.
Una mañana de un 12 de julio, mientras el cacique se encontraba disfrutando con sus doncellas de los placeres mundanos en los jacuzzis naturales que existen hasta hoy en la cordillera camino al Pongo del Cainarachi, fue sorprendido, por la llegada de su hija en compañía de un joven guerrero que la cortejaba. El inmenso sufrimiento que le causo este encuentro hizo que el Cacique montara en cólera y sacrificara a su hija convirtiéndola en cascada y a su joven pretendiente en mariposa para que nunca pudiese poseerla. Inmediatamente, el Cacique atormentado por su acción de convertir a su hija en cascada, se perforo el corazón con una estaca y se sumergió en el agua de la propia cascada para reencontrarse con ella en el mundo mágico de la naturaleza amazónica, que con esa acción suicida le permitiría un permanente y continuo viaje por los ríos de la selva.
Así fue como se originaron las cataratas de Ahuashiyaku y se conocieron los Baños del Cacique de Kanchiskucha, donde es frecuente encontrar al joven pretendiente de la princesa de Ahuashi convertido en mariposa azul. Hoy este lugar, cuyas aguas se entremezclan con las cristalinas aguas provenientes de los jacuzzis que utilizaba el Cacique Mosandero, es visitado no solo por turistas y parejas de enamorados, sino también cada tarde por el Gallito de las Rocas que recrea con sus danzas de apareamiento el recuerdo de las aventuras románticas del cacique de Kanchiskucha. Hoy en todos los lagos y lagunas de la Región Amazónica se dan cita las parejas de enamorados y amantes el 12 de julio de cada año para celebrar el aniversario del cacique de Kanchiskucha, a quien evocan para encontrar la dicha eterna en el amor.
Mosandero es una palabra que se usa mucho en Iquitos para denominar a esos tipos que enamoran a toda chica que les sale al paso. (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, jajaja).
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Cuenta la leyenda que hace muchos años, antes de la llegada de los conquistadores españoles, existía un vasto territorio entre la Laguna de Pomacochas, al norte del Reino de los Chachapoyas, y la Laguna Saucicocha, al norte del Imperio de los Chankas que, liderados por Ancohayllo, se asentaron en Lamas. Conocido como el Cacicazgo de Kanchiskucha, este territorio, era dominado por un famoso Cacique Mosandero, que gustaba de viajar en compañía de hermosas doncellas con las que compartía, disfrutando románticas aventuras en los más idílicos parajes naturales que le ofrecía la agreste naturaleza de su territorio.
Este cacique, que gozaba de una gran fama en la región amazónica por sus aventuras amorosas con las más bellas doncellas de la época, era padre de una hermosa princesa llamada Ahuashi que constantemente era acosada por los más respetables guerreros chankas que deseaban desposarla. El Cacique de Kanchiskucha, no imaginaba a su hija poseída por varón alguno y sufría con sólo pensar en esa posibilidad.
Una mañana de un 12 de julio, mientras el cacique se encontraba disfrutando con sus doncellas de los placeres mundanos en los jacuzzis naturales que existen hasta hoy en la cordillera camino al Pongo del Cainarachi, fue sorprendido, por la llegada de su hija en compañía de un joven guerrero que la cortejaba. El inmenso sufrimiento que le causo este encuentro hizo que el Cacique montara en cólera y sacrificara a su hija convirtiéndola en cascada y a su joven pretendiente en mariposa para que nunca pudiese poseerla. Inmediatamente, el Cacique atormentado por su acción de convertir a su hija en cascada, se perforo el corazón con una estaca y se sumergió en el agua de la propia cascada para reencontrarse con ella en el mundo mágico de la naturaleza amazónica, que con esa acción suicida le permitiría un permanente y continuo viaje por los ríos de la selva.
Así fue como se originaron las cataratas de Ahuashiyaku y se conocieron los Baños del Cacique de Kanchiskucha, donde es frecuente encontrar al joven pretendiente de la princesa de Ahuashi convertido en mariposa azul. Hoy este lugar, cuyas aguas se entremezclan con las cristalinas aguas provenientes de los jacuzzis que utilizaba el Cacique Mosandero, es visitado no solo por turistas y parejas de enamorados, sino también cada tarde por el Gallito de las Rocas que recrea con sus danzas de apareamiento el recuerdo de las aventuras románticas del cacique de Kanchiskucha. Hoy en todos los lagos y lagunas de la Región Amazónica se dan cita las parejas de enamorados y amantes el 12 de julio de cada año para celebrar el aniversario del cacique de Kanchiskucha, a quien evocan para encontrar la dicha eterna en el amor.
Mosandero es una palabra que se usa mucho en Iquitos para denominar a esos tipos que enamoran a toda chica que les sale al paso. (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, jajaja).
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2 comentarios:
Me complace que hayas tomado de referencia, el cuento de la mitologia amazonica, que tuvo a bien publicarme el diario la primera,
Saludos
Pedro Miqueas Chauca Ortiz
Hola, veo q La Primera cambió de dirección electrónica y el relato ya no está disponible en su web. Gracias x comentar.
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